MOVISTAR ESTUDIANTES | ALBERTO ORTEGO

"El equipo está enfadado y con ganas de romper esta racha"

Alberto Ortego, nuevo entrenador del Movistar Estudiantes de la Liga Dia, habla para As sobre la difícil situación deportiva que atraviesa el equipo, último con 14 derrotas.

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Alberto Ortego, entrenador del Movistar Estudiantes, durante un entrenamiento.
JESUS RUBIO DIARIO AS

Alberto Ortego cogió las riendas del Movistar Estudiantes de la Liga Dia el pasado 19 de diciembre tras la dimisión de Fito González. El nuevo entrenador colegial se encontró al equipo último y sin ninguna victoria en los 12 primeros partidos. (Esta entrevista fue realizada antes del partido ante el Perfumerías Avenida del pasado 29 de diciembre correspondiente a la 14º jornada). 

¿Contento por volver al Movistar Estudiantes?

Mucho. Es volver a mi casa. Dejé de entrenar por unos motivos personales que ahora han cambiado y, de un tiempo a esta parte, me apetecía volver. Surgió esta posibilidad y estoy encantado. Cuadró todo, así que perfecto.

¿Había mono tras estar alejado de los banquillos seis años?

Sobre todo en los últimos meses. Al principio no, pero han cambiado mis circunstancias, tenía más tiempo y ha ido creciendo ese mono.

¿Seguía al equipo antes de firmar?

Vi algún partido puntual. Dos o tres partidos en casa como aficionado. Venía con los niños, que les gusta mucho el baloncesto. No se puede decir que lo siguiera con regularidad.

¿No tuvo vértigo cuando le ofrecieron el puesto?

Pudo más la ilusión. Es una situación complicada y muy difícil, pero me lo planteo con la ilusión de volver a entrenar, como uno de los retos de los más grandes de mi carrera deportiva y desde un punto de vista positivo.

¿Cómo van estas primeras semanas de entrenamientos?

Bien. El recibimiento ha sido muy bueno. Normalmente, cuando hay un cambio de entrenador, la gente hace un poquito de borrón y cuenta nueva: a las que jugaban menos, se les abre una posibilidad y las que lo hacían más, están expectantes. El grupo trabaja bastante bien. Estamos metiendo muchas cosas, muy concentradas, porque lo que no hay es tiempo. El equipo está asimilando las cosas. Falta mucho trabajo y no llegaremos a todo, pero intentaremos que con lo que estamos haciendo cambiemos la imagen del equipo y que las victorias lleguen pronto.

¿Qué ambiente se encontró en el vestuario?

Me lo esperaba bastante peor porque un 0-12, que es cuando llego, es difícil de asumir. Pero es verdad que el no ser un equipo 100% profesional ayuda a que el ambiente no sea malo. Es incluso bueno. Evidentemente, están enfadadas, enrabietadas y con unas ganas locas de romper esta racha. No hay mal ambiente ni egos ni grupitos. Todo eso no existe. Afortunadamente esa parte no hay que trabajarla.

¿El ansia por ganar influye negativamente?

Sí. En el primer partido que dirigí (contra el Embutidos Pajariel), en los primeros quince minutos, pasó eso. Hay mucha ansia por empezar bien, por ganar el primero y eso nos lleva a cometer errores. Afortunadamente, en ese encuentro que perdimos, tuvimos capacidad para reaccionar y balón para ponernos a dos puntos tras caer por 23. Es uno de los aspectos positivos. Hay ansiedad, pero hay que convivir con ella porque la vamos a seguir teniendo. No desaparece de hoy para mañana.

Las opciones para salvarse son complicadas, pero ¿las ve posibles?

Ahora no hablaría de eso, sino de ganar el primer partido. Aunque suene muy futbolero, estamos en el partido a partido. No podemos plantearnos llegar a dos, tres o cuatro si no conseguimos la primera victoria. Todo está enfocado en eso y en todos los partidos tenemos esa opción. No valora ni el calendario ni quién viene ni a dónde vamos ni cuántas necesitamos. Ni me preocupa.

¿Qué virtudes encontró en la plantilla?

Primero la unión del grupo. Con todas esas derrotas me parece un aspecto importante. A partir de ese aspecto se pueden trabajar muchas cosas. Luego, tiene más talento ofensivo del que ha demostrado. Tenemos una línea exterior importante y buen tiro. Es un equipo que puede estar luchando en la zona baja, pero no como está ahora. Es una plantilla joven que tiene la ilusión intacta a pesar de las derrotas.

¿Y qué carencias?

Las carencias se acentúan cuando pierdes. El otro día, por ejemplo, perdemos el partido, pero lo analizas fríamente con vídeo y dices ‘no lo hicimos tan mal’. Es decir, metemos 63 puntos con unos porcentajes horrorosos: 2/18 en triples, un 47% en libres… y aun así llegamos a 63. Con que nos hubiera ido un poquito mejor, habríamos llegado a 70 y en Liga Femenina, con esa cifra, se ganan partidos. En condiciones normales haces una cosa mala y se tapa con tres buenas. Aquí la mala se engrandece y parecemos mucho peor de lo que somos.

¿Necesita refuerzos?

No. Sabemos lo que hay y no estamos por esa línea, sino de conseguir el máximo de todas las jugadoras que tenemos. Y, de verdad lo pienso, si lo conseguimos, el equipo tiene calidad para mantenerse.