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SPURS 105 - CELTICS 102

Un triplazo del eterno Ginóbili acaba con los Celtics de Irving

El argentino (40 años) decidió a 5 segundos para la conclusión un gran partido. Kyrie (36 puntos) fue una pesadilla, pero falló los tres últimos triples. Pau, 14+11.

Pau Gasol y el resto de los Spurs dan la enhorabuena a Manu Ginóbili tras anotar el triple de la victoria para los Spurs ante los Celtics.
Pau Gasol y el resto de los Spurs dan la enhorabuena a Manu Ginóbili tras anotar el triple de la victoria para los Spurs ante los Celtics.Darren AbateEFE

El Spurs-Celtics no defraudó. Desde el inicio hasta el final nos tuvo enganchados en todo momento. Desde la exhibición de talento de ese diablo llamado Kyrie Irving hasta el triple con el que Manu Ginóbili decidió el partido a 5 segundos para la conclusión. Tatum le negó la salida del bloqueo por el lado izquierdo, así que el argentino se fue a la derecha y ante Al Horford se clavó para lanzar el balón, que con una parábola perfecta perforó el aro. ¡Bingo! Otra vez el Manu. A sus 40 años desató la euforia de todo el pabellón y la admiración del mundo de la canasta en general por las redes sociales. Kyrie tuvo la réplica. La pizarra de Brad Stevens funcionó y tras una finta a Rudy Gay se quedó liberado en la esquina. Pudo forzar la prórroga. Parecía que sí. Pero la bola hizo la corbata. Victoria para San Antonio (105-102). Los dioses del baloncesto quisieron rendir homenaje a un jugador que de no existir habría que haber inventado. Nada que reprochar. Porque aunque seas aficionado de Boston y la derrota —primera ante un equipo del Oeste— signifique ceder el liderato a los Rockets, resulta difícil no esbozar una sonrisa ante la enésima heroicidad de Ginóbili. Claro que perder duele, pero menos. 

La salida en tromba de Irving, autor de 36 puntos —17 en el primer cuarto—  y una pesadilla constante para cualquier defensa (es el primer jugador que llega a los 30 esta temporada ante los de Popovich, el entrenador que ostenta el mejor porcentaje de la historia ante Boston: 78% de victorias), colocó a los verdes enseguida con ventaja (6-18). Aunque los Spurs se agarraron al partido gracias a LaMarcus Aldridge para ir limando diferencias poco a poco e irse por delante al descanso (56-55) gracias a otro triple sobre la bocina de, ya lo habrán olvidado, Ginóbili (el primer cuarentón que enlaza cuatro actuaciones seguidas llegando a la decena de puntos desde Karl Malone en la 2003-04). El escolta argentino fue el héroe y Aldrige volvió a ser el máximo anotador de su equipo. 27 y 10 rebotes (6 de ellos en ataque) para el ala-pívot, quien le ganó con claridad su pulso a un gris Horford.

No es casualidad que el triunfo se lo llevara el equipo que controló el rebote (46-39 para los locales). Cuatro de las cinco derrotas de Boston (22-5) esta temporada llegaron tras perder la batalla bajo el aro. Tras el paso por vestuarios, Jaylen Brown exhibió físico y capacidad de salto para dejar una serie de espectaculares mates (vaya póster le dedicó a Pau). Fue él quien despertó a los visitantes cuando más apagados estaban (73-67). El escolta-alero jugó con unas gafas protectoras que recordaron a las míticas goggles de Kareem: "Parecía que veía en tres dimensiones".

Así la irrupción de Brown trajo un 4-15 de parcial para cerrar el tercer periodo. Una hemorragia que pudo haber sido más grave de no haber sido por Pau Gasol. Cuajó un buen buen partido el español, 14 puntos, 11 rebotes y varias acciones importantes a ambos lados de la cancha en 25 minutos. El único titular local que no tuvo un +/- negativo. 

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En el acto decisivo los Spurs, quienes (notición) esperan a Kawhi Leonard para el martes en Dallas, tiraron de su habitual fondo de armario para recuperar la iniciativa. Entonces Jayson Tatum (20+8, 2 robos y ni una sola pérdida) volvió a sacar su madurez y clase a pasear para sostener a los visitantes hasta que Kyrie Irving reapareció. Inspirado y con confianza, dio la sensación que iba a ganar él solo el partido. Pero tras poner a su equipo de nuevo por delante (100-102 a 1:52), erró los tres últimos triples que lanzó. Y eso que acabó con un 6/10 desde más allá del arco. Quien no falló fue Manu Ginóbili. Como lleva haciendo toda la vida, se agrandó en el momento decisivo para dejar su sello. Eterno.

Los minutos finales en San Antonio