Curry y Durant doblegan en la prórroga al mejor Ingram (32)
El alero logró ante KD su récord anotador en la NBA. Gran partido de los Lakers y de Lonzo, Randle, Clarkson y KCP, pero decidió la calidad de los Warriors.
No defraudó el primer duelo del curso entre los Lakers y Warriors. Los angelinos resistieron la mejor puesta en escena de los visitantes, aguantaron durante toda la segunda parte el pulso y hasta tuvieron en su mano llevarse el triunfo. El intento de Brandon Ingram en el último segundo no tuvo éxito (los comentaristas de los Lakers reclamaron un empujón de Klay Thompson que los árbitros nosvieron), así que el partido se tuvo decidir en una prórroga en la que Stephen Curry y Kevin Durant impusieron su calidad. Pese a ello, y con un gran Ingram, los de Luke Walton tuvieron opciones hasta el final. Sí, un buen partido de baloncesto.
Los Lakers tienen un excelente futuro por delante. Lo sucedido esta madrugada en el Staples es una buena muestra de ello. Lonzo Ball dirigió bien al equipo (10 asistencias) y en el tercer cuarto —firmó 3 triples— se probó a sí mismo que es capaz de anotar (15 puntos en total). Kentavious Caldwell-Pope (21+7) y Jordan Clarkson (21+6+8) secundaron a Ingram a la hora de llevar el peso ofensivo en los momentos calientes. Mientras que la entrada de Julis Randle (20) desde el banquillo insufló a su equipo una energía e intensidad muy preciadas. Su aparición despertó a los de púrpura y oro. Y entre todos, destacó Brandon Ingram. Perdió 7 balones, pero atacó el aro con la agresividad que se le exige y lanzó cuando tuvo que hacerlo. Confianza. Ejerció de capitán general ante su amigo y mentor Kevin Durant. El mismo ante el que se le compara por su parecido parecida anatomía al llegar a la NBA.
Ingram acabó con 32 puntos (su tope anotador en la Liga), 5 rebotes, 3 asistencias, 2 tapones y 3 robos. El último se produjo en los últimos segundos del tiempo extra. Le arrebató el balón a KD en el medio campo y cerca estuvo de conseguir un 2+1 que podría haber puesto el empate a 124.
Golden State sobrevivió gracias a su talento y a la inteligencia y dureza de Draymond Green (15+11+9 y 4 robos en una de esas noches de Draymond). Un palmeo suyo dio una bola extra. Nueva visita a la línea de tiros libres para Curry, quien sí sentenció a la segunda. El base se reencontró consigo sí mismo en la prórroga (13 tantos), a la que llegó con un 6/17 y 5 pérdidas. En ella también dejó su sello Durant, quien reapareció en Los Ángeles tras tres partidos ausente. Acabó con un 29+7+5 y elogiando a Ingram.