Harden sigue a ritmo de MVP y los Rockets van a por todas
Otro recital de La Barba, esta vez con 9 asistencias solo en el primer cuarto. Son ya seis victorias seguidas para el líder del Oeste.
Insertados entre los Celtics (12-2) y los Warriors (10-3), los Rockets (11-3) atruenan con, ahora mismo, un baloncesto absolutamente extraordinario, puesto el traje de aspirante legítimo al anillo desde la noche inaugural, en casa del campeón. Bien es cierto que la temporada se vive con la certeza de que ese campeón, los Warriors pluscuamperfectos, repetirá en casi todos los escenarios que vienen a la mente. Pero los valientes se ponen en primera fila para soltar su dentellada si aparece la oportunidad. Lo están demostrando los Celtics, pese a su sucesión de desgracias, y desde luego lo están demostrando los Rockets, que sumaron su sexta victoria seguida a costa de los Pacers (95-118) y que están 7-1 fuera de su pista.
Tal es el nivel de química, acierto, fluidez y sentido en la rotación que tienen ahora mismo los de D’Antoni que ya hay quien se pregunta si no sería mejor que Chris Paul ejerciera de sexto hombre, una suerte de Manu Ginóbili, cuando se recupere de su lesión. Sin él, James Harden dirige la nave a toda velocidad y con aspecto de primer gran favorito (todavía en noviembre, claro) al MVP: esta vez 26 puntos y 15 asistencias, +25 en 34 minutos en pista. De su mano, el partido estuvo inclinado desde el comienzo. Dio 9 asistencias en el primer cuarto, en el que los Rockets arrancaron con un 9/11 en tiros y 11-24 en solo seis minutos. Ya se sabe: La Barba busca el alley-oop de Capela (20+17) o si no el triple abierto de Eric Gordon (21 puntos). Y si no, anota cómo y cuándo quiere. El plan es, cuando tienes un talento de semejantes dimensiones, muy sencillo: 17 triples y más puntos que el rival en la zona (38-46), difuminando las zonas neutras del ataque.
Pero los Pacers se resistieron a caer (51-63 al descanso, al menos 60 puntos de los Rockets en las primeras partes de sus seis victorias seguidas) gracias a sus buenos porcentajes. Hasta que en el tercer cuarto los Rockets subieron la intensidad defensiva (5-1 esta temporada cuando el rival no llega a 100 puntos), algo que ahora están perfectamente equipados para hacer gracias a la llegada de Tucker y Mbah a Moute.
Los Rockets, en fin, tendrían aspecto de gran favorito al anillo si no existieran los Warriors. Los Pacers, por su parte, quedan 6-8, con cinco derrotas en seis partidos después de su refrescante inicio de temporada. Los nuevos, los que están haciendo que el traspaso de Paul George no parezca de repente tan mal gestionado por la franquicia, estuvieron muy solos: Oladipo (28 puntos) y Sabonis (17 y 5 rebotes) anotaron casi la mitad de las canastas del equipo en un día para olvidar de Bogdanovic y Young (5 puntos con un 2/17 entre los dos). Así lo tienes crudo contra casi cualquier rival. Y literalmente imposible contra estos Rockets. Que son, ahora mismo, una apisonadora.