Giannis (44+8+4) no es de este mundo: mate y tapón ganadores
Increíble final del alero de los Bucks ante los Blazers. Giannis, que promedia 38,3+9,7+5+2,7 robos, dedicó la victoria a su padre, recientemente fallecido.
La segunda mitad del siglo XXI ya domina en la NBA. No se me ocurre una forma mejor de describir lo que Giannis Antetokounmpo está haciendo en este principio de temporada (tres partidos) en el que promedia, atención, 38,3 puntos (¡con un 67,2% de aciertos en tiros de campo!), 9,7 rebotes, 5 asistencias y 2,7 robos. Sin palabras. Como boquiabiertos nos dejó esta última madrugada. Los Bucks venían de medirse y caer ante LeBron James y compañía 24 horas antes y se rehicieron de una manera que le hubiera incluso costado plasmar al mejor guionista de Hollywood.
Los Blazers (con 52 puntos entre Lillard y McCollum) llegaron a tener el partido en su mano. Faltaban 15 segundos, la posesión era suya y viajaban uno arriba en el marcador (109-110). McCollum botaba el balón, pero Giannis, con sus interminables brazos, tocó el balón con el antebrazo. La bola quedó suelta. La agarró Brogdon, quien le dio un pase picado al griego. Ya había iniciado la carrera y le bastó un solo bote para hundir el balón en el aro rival. Puede que hubiera pasos (en la NBA no se pitan), pero la insultante superioridad de esa jugada lo eclipsa todo. Un adulto jugando contra niños. A la siguiente jugada, doble defensa sobre Lillard, quien inteligentemente filtra el balón a Nurkic. Normalmente hubiera anotado una canasta fácil bajo el aro, pero no con The Greef Freak sobre el parqué. Llegó justo a tiempo para taponarle y asegurar el segundo triunfo del curso en Milwaukee. El delirio.
Así cerró una actuación mastodóntica (44+8+4 y un par de robos) que coronó con un un último cuarto que asusta: 17 puntos (7/8 en tiros), 3 rebotes, una asistencia, 2 robos y ni una sola pérdida. A sus 22 años (cumplirá los 23 el 6 de diciembre) marcó la diferencia en un gran e igualado partido entre dos equipos jóvenes llamados a dar guerra en sus respectivas Conferencias. Empieza a no parecer una frivolidad decir que Antetokounmpo luchará por el MVP este curso. Si sigue a este nivel se lo llevará de calle. Y por si fuera poco, se ganó nuestros corazones escribiendo esta frase en el balón tras el encuentro: "Conseguimos la victoria este noche. Esta es para papá". Precioso homenaje para su padre, fallecido por un ataque al corazón el pasado 30 de septiembre. Si Giannis representa el futuro, los tiempos venideros van a merecer la pena. Y mucho.