CELTICS 100-BUCKS 108

Antetokounmpo (37+13) echa sal en la herida de los Celtics

Gigantesco partido del griego y brillante triunfo de los Bucks. Los Celtics jugaron un mal último cuarto. Kyrie Irving se quedó en 7/25 en tiros.
Final en vivo: Cavs vs Celtics, juego 6

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El 6 de diciembre, Giannis Antetokounmpo cumplirá 23 años. Todavía y en plena quinta temporada (ya) en la NBA. En todas y cada una de ellas ha ido mejorando, como un metrónomo, sus números con respecto a la anterior en puntos, rebotes, asistencias, robos y porcentajes de tiro. La temporada pasada, en la que cumplió 22, fue all star, promedió 22,9+8,8+5,4 y firmó el primero 5x20 de la historia: top 20 en las estadísticas finales en puntos, rebotes, asistencias, tapones y robos.

Después de perderse el Eurobasket, Giannis retomó las cosas donde las dejó la temporada pasada: en plena crecida y con aspecto de poder pelear ya por el MVP. En el Garden, ante los Celtics, lideró a los Bucks (100-108) con un partido portentoso, el primero de lo que van a ser muchos: 37 puntos, 13 rebotes, 13/22 en tiros (11/13 en tiros libres), 3 robos y otras 3 asistencias: cargó con el ataque de su equipo pero supo encontrar en las jugadas decisivas a los tiradores abiertos.

Jugó un primer cuarto discreto (2 puntos por culpa de 2 faltas personales) pero enchufó a su equipo en la temporada 2017-18 en el segundo, en el que anotó 13 puntos con un 5/6 en tiros (53-58 al descanso). Y después de un tercero nefasto (27-18 de parcial, 5 pérdidas y 0/6 en triples para los de Wisconsin) apareció en todo su esplendor en el último: anotó 16 puntos, metió 5 de las 6 primeras canastas de su equipo y asistió en la otra y sumó 8 puntos en la carga final, incluido un 1-11 que convirtió un 89-86 en un 90-97. El juego de los Bucks es sencillo: enorme intensidad defensiva con su maraña inhumana de brazos kilométricos (5 minutos sin canastas en juego de los Celtics en ese último cuarto) y en ataque Giannis, Giannis y más Giannis. Y los demás abriéndose para lanzar solos (Dellavedova, Snell, Middleton…). Y si no, recursos como el pick and roll de Brogdon (19 puntos y 4 asistencias para un jugador brillante) y Monroe a la espera del regreso de Jabari Parker. Los Bucks tienen mimbres para ser uno de los grandes animadores de esta Regular Season. Y veremos si algo más. No hay límite con este Giannis Antetokounmpo que raptó las emociones en una noche muy especial en el Garden.

Resaca y derrota en el Garden

Porque los Celtics no imaginaban que abrirían la temporada en casa (la TEMPORADA para ellos, con mayúsculas) así. Con Hayward en el quirófano y en los vídeomarcadores y no en pista. Con un 0-2 en dos noches demoledoras en lo anímico, con una inevitable resaca y esa sensación de fragilidad tan humana y de la que a veces salen cosas tan hermosas. Los Celtics, vistos los dos partidos, podrían estar 2-0 en vez de 0-2, pero eso no es importante. Lo importante es que tienen que recomponer la figura sin su segunda espada, que tienen que buscar formas de que la rotación no sea demasiado liviana y de que Jayson Tatum y Jaylen Brown no carguen con demasiados esfuerzos. La responsabilidad es inevitable tras lo que pasó en Cleveland. Lo bueno es que van a ser tan buenos que parecen ya preparados.

Lo malo es que en los Celtics que habían pensado Ainge y Stevens, y para cuya construcción aligeraron tanto la plantilla que tan bien funcionó la temporada pasada, Hayward era un jugador esencial. Se vio en el último cuarto, cuando contra el bosque de músculos de los Bucks apenas hubo movimiento de balón, ni espacios en pista ni nada que no fueran intentos heroicos de Brown (18 puntos, 9 en un sensacional tercer cuarto) y un Kyrie Irving que metió 17 puntos pero solo repartió 3 asistencias y tiró 25 veces a canasta (7/25). Rozier jugó una gran primera parte y acabó en 15+7+6, Tatum ayudó en lo que pudo en su primer back to back como profesional (8+9) y Horford jugó uno de esos brillantes partidos silenciosos que son marca de la casa (13+6+4). Pero sin Hayward, su equipo necesita más. De él, de Kyrie… de todos. Stevens encontrará caminos pero las cosas no tendrían que haber sido así. Y con sensación de estar rumiando ese trance jugaron los Celtics. Demasiado ante esa estampida humana llamada Giannis Antetokounmpo. Ojo a sus Bucks, que mañana reciben a los Cavaliers.