El Tecnyconta Zaragoza pensaba que tenía la primera. Era uno de los cinco que hasta la matinal de hoy, con tres intentos, no se había estrenado y con diez arriba a falta de 5:07 lo veía medio hecho. Pero no contaba con el orgullo de un Bilbao que se puso en manos de Tabu, otra vez verdugo de su exequipo. Este suma tres triunfos seguidos, incluyendo Europa, y su grado de confianza aumenta hora a hora. Va cogiendo más registros: ante Betis y Lietuvos ganó por aplastamiento y esta vez tuvo que esprintar de manera furiosa en la recta final. Supo sobrevivir en sus malos minutos con una buena defensa.

El partido arrancó con el protocolo previsto: aplausos a Suárez y, sobre todo, una ovación cerrada a Blums, el querido escolta letón de la muñeca en la frente, un jugador que caló muy hondo en La Casilla, el BEC y Miribilla, parte de la historia de este Bilbao que tantas alegrías y disgustos ha dado desde su reciente fundación. Normalmente con los ex, el peso del sentimiento suele poder más que el baloncesto que aún queda en su cuerpo, pero en esta ocasión hizo tiros dañinos en el sorbo final. Se marchó de la pista a ritmo de 'Daddy Cool' de Boney M, su hilo musical, y visiblemente emocionado con la platea entregada.

El Zaragoza, de la mano de ese Bellas (11 puntos en el primer cuarto) que es todo talento, arrancó mucho más metido, Sus porcentajes eran fantásticos (64% en tiros de dos y 50% en triples), fue hilando jugadas hasta los diez de ventaja (15-25). Entonces apareció un protagonista inesperado, un pívot ONG hasta ahora por sus bondades con el contrario. Kempton, sumó un dos más uno y dos canastas de dos, por su superior movilidad. El Bilbao, ya con Tabu más asentado tras recuperar el mando en el luminoso (a 4:26 para acabar el segundo cuarto, 31-29 tras un dos más uno suyo) sacó brillo a un parcal de 20-4 para liderar el partido por siete puntos: 38-31.

El RETAbet salió mucho más enchufado del descanso y se fue a la máxima distancia: 43-35 y 45-37, que obligó a Cuspinera a parar con tiempo muerto cuando se habían consumido sólo 2:40. Reaccionó su equipo, que dio un giro de tuerca al debate con tres pequeños (Neal de tres) con 2-13 (49-52) apoyado en la superioridad física de Varnado ante Kempton y de nuevo el timón de Bellas. Duran optó por Hervelle de cinco para frenar el tornado-Varnado. Mumbrú tomó las riendas con un costa a costa y un posteo marca de la casa ante Dragovic, pero Blums evitó problemas en el Zaragoza. Este mostró una claridad de ideas descomunal en el momento que parecía más oportuno: a partir de los desperfectos que había provocado el grande, acabó encontrando espacios por fuera y tres triples seguidos, dos del letón y uno de Sergi García, le pusieron en la pista de la victoria: 62-72 a falta de 5:07. El cuadro de Duran, guiado por un Tabu que jamás se esconde, sacó el orgullo con un 15-0 que puso Miribilla en su plenitud de combustión. Neal fue castigado con técnica por 'flopping' cuando le posteaba Tomàs. Se le vino encima el 0-3 al Zaragoza, lleno de nervios: falló los tiros decisivos, mientras el base enemigo ejercía de verdugo, como el año pasado.

Cuspinera elevó la voz contra la tarea arbitral, como el año pasado en Bilbao con el Fuenlabrada, aludiendo a lo caseros que son en Europa: "Ya no me calló más. En estas cuatro jornadas hemos lanzado 46 tiros libres, por 98 de los rivales. Hemos competido pero no es suficiente. Aquí no hay el mismo criterio". Duran le replicó: "El resultado no ha estado determinado por el arbitraje". En realidad, mientras el Bilbao tuvo la certeza de Tabu, al Zaragoza le falló su referencia, un Neal que se fue con 4/15 en tiro de campo. Quizás Jota tenía que haber estado más pendiente de proteger al equipo ante semejante descalabro.