Paul George, emocionado: "Poder ser campeones es legítimo"

Cuando Kevin Durant anunció el 4 de julio de 2016 que se marchaba a los Warriors, el presente y futuro de los Thunder se tiñó de negro. Vale, quedaba Russell Westbrook, pero ni la histórica última campaña del MVP logró disipar las nubes. El anillo se había alejado a una distancia insalvable... menos para Sam Presti. Los Warriors aún parecen residir uno (o dos) peldaños por encima del resto, pero entre los perseguidores, OKC vuelve a ocupar un lugar de privilegio.Y el culpable de que esto se así es su general manager, el artífice de las llegadas de Paul George y Carmelo Anthony (quien seguirá llevando el '7' que lució en los Knciks) a cambio, y esto es importante, de Victor Oladipo, Domantas Sabonis, Enes Kanter, Doug McDermott y una segunda ronda del draft 2018 procedente de Chicago. La ilusión se ha desbordado entre los jugadores y afición de Oklahoma. No es para menos.

Los Thunder tienen un nuevo Big Three cuyos tres integrantes saldrán o podrían salir al mercado el próximo verano (Westbrook tiene hasta el 16 de octubre para firmar la extensión de 207 millones de dólares que la franquicia le ha puesto sobre la mesa), pero tanto el base como George y Melo han fijado toda su atención en el curso 2017-18. Lo demuestra la enorme implicación mostrada por parte de los dos primeros para reclutar al tercero. Lo narra el propio Paul George en declaraciones al periodista Sam Amick (USA Today Sports): "Russ y Melo han tenido una relación mucho más longeva —ambos coincidieron en los Juegos de Londres 2012— que la mía con Melo —quienes compartieron vestuario en Río 2016—. Sabíamos que nos encantaría tener la oportunidad de vestir la misma camiseta en la NBA, así que sabiendo que Melo quería salir de los Knicks y pasar página, este verano nos mantuvimos en contacto. Hablamos y él nos dijo: 'Me encantaría unirme a vosotros y ser parte de vuestro proyecto'. No hace falta ser un lumbreras para adivinar lo que viene después. Trabajamos hasta hacerlo realidad".

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En su octava campaña en la NBA y primera fuera de unos Pacers con los que disputó dos finales de Conferencia ante los Heat de LeBron, Wade, Bosh y compañía (2013 y 2014), George vuelve a creer que el sueño del anillo es posible. "Las sensaciones apuntan que somos un equipo de campeonato. Tanto yo como Russ nos encontramos en una óptima situación y Melo está más motivado que nunca... Vamos a ser un equipo especial porque los tres todavía tenemos cosas que demostrar. Contamos con un grupo de jugadores jóvenes con mucho talento, un entrenador —Billy Donovan— increíble y una dirección deportiva (front office) que es capaz de hacer lo que sea para mejorar al equipo", expone el cuatro veces all star.

Casi tres meses después de su desembarco en los Thunder, el alero ha dejado atrás toda la frustración que sintió durante su última etapa en Indiana. "Estoy realmente emocionado. Acabamos de ver cómo un mercado pequeño puede mostrarse agresivo en el frente de traspasos y hacer todo lo necesario para que sus jugadores se encuentren en la mejor posición para ganar. Impresiona mucho que Oklahoma tenga ahora tres súper estrellas y cuente con opciones legítimas de ganar un anillo", reflexiona antes de proseguir con la ola de elogios hacia su nuevo equipo. "Lo más maravilloso de todo es que la organización permite saber a todos sus jugadores lo que está sucediendo. Desde que estoy aquí no esconden nada. Siempre he estado al tanto de sus movimientos. Me siento muy afortunado de haber contribuido a la oportunidad de jugar junto a Carmelo. Estoy muy feliz. Ahora sé que, dependiendo del equipo en que te encuentres, todo es posible", concluye. Viendo lo que dice cuesta imaginarle abandonando OKC en 2018...