Los Gasol están con hambre de Selección: España ganó a Túnez

Marc (9 puntos y 18 de valoración) y Pau (11 y 15) calienten en la victoria en el primer amistoso. El nuevo pívot del Barça (8 puntos), con hambre.
España - Bélgica: Mundial femenino de baloncesto

Juan Jiménez @juanjimenista

Actualizado a: 9 de agosto de 2017 01:24 CEST

AI ralentí, como era previsible, y sin Navarro, mimado en la concentración por Scariolo y a quien se prepara un gran homenaje en Madrid el día 15, España ganó a Túnez (número 21 en el ránking FIBA) su primer amistoso de preparación en Tenerife (71-45). Lo hizo a deshoras (el partido comenzó a las 22:45 peninsular), pero con la energía de quienes se están jugando el puesto. Pierre Oriola (11 puntos) es un bisonte; Sastre, un jugador mejoradísimo este el último año y Juancho (13), un tipo sin complejos. Diop, por cierto, abandonó este martes la concentración por una lesión en el cuádriceps izquierdo.

Hubo probaturas entre los Gasol. Para una Selección acostumbrada a triunfar con una estructura distinta en Lille y Río, coser su juego cuando ambos coincidan será básico para el éxito en el Eurobasket. Resultó reconfortante ver a Marc salir a comerse la madera después de dos años de ausencia. En cuatro minutos llevaba dos mates. Acabó con 9 puntos y 18 de valoración. Pau, silbando, con 11 y 15. Los hermanos están con hambre. Aquella despedida del Mundial 2014, justo después del nacimiento de su hija Julia, resultó amarga para Marc, decidido a olvidar la derrota de Madrid ante Francia (él no estuvo en la hazaña de Lille) de un plumazo en el próximo Eurobasket.

Oriola y Sastre cogen ventaja

Las limitaciones de Túnez no permitieron medir realmente los progresos de la Selección en los primeros días de trabajo. Pareció, eso sí, que Oriola y Sastre se confirman como los dos jugadores que completarán a los diez titulares tras la ausencia de Mirotic. El nuevo pívot del Barça es un jugador bonito de ver en las transiciones, que maneja como nadie. El último en llegar, Juancho Hernángomez, no se cortó. Jugó y aprovechó sus minutos. No se le vio incómodo y, cuando no estuvieron los cracks, tuvo tiempo para sus tiros y su show, también a campo abierto con mates y penetraciones.

Las vacas sagradas como Llull, Sergio y Ricky vieron los toros desde la barrera y dosificaron. De Abrines, jugador muy apreciado por Scariolo, se espera un paso adelante. Hay tiempo. Y hermanos Gasol hambrientos por si surgen imprevistos.