FINALES NBA | WARRIORS - CAVALIERS (3-1)

No habrá sanciones tras los incidentes del cuarto partido

La NBA investigó algunas de las acciones de un partido demasiado tenso en la segunda parte pero, a diferencia de hace un año, no tomará acciones disciplinarias.

Oakland
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Draymond Green y Zaza Pachulia, en el banquillo de los Warriors durante el cuarto partido de las Finales.
David Richard USA Today Sports

Los Warriors tienen que quitarse antes del partido de mañana el toque de déjà vu que impregna las Finales con el regreso a Oakland y el marcador en 3-1, el momento en el que comenzó su pesadilla en 2016 y alimento para un quinto partido en su pista pero peligroso ante unos Cavaliers recuperados y muy reforzados tras su exhibición ofensiva del cuarto partido.

Los Warriors se pueden acoger a que ahora tienen a Kevin Durant… y no tendrán sobresaltos como el de hace un año, cuando al llegar a la Bahía supieron que Draymond Green no podría jugar ese quinto partido que la NBA le había impuesto un partido de sanción debido a su patada en la entrepierna a LeBron James al final del cuarto y cuando los de Kerr ya tenían el triunfo en el bolsillo.

El peligro de posibles sanciones sobrevoló un cuarto partido de enorme tensión (hubo siete técnicas), especialmente en un tercer cuarto disparatado en el que los árbitros perdieron el control de la situación, Draymond Green flirteó con el desastre, de hecho apareció y desapareció una técnica que le habría costado la expulsión, y Zaza Pachulia lanzó un puñetazo a la entrepierna de Iman Shumpert. La NBA ha investigado algunas de las jugadas del partido pero, tal y como adelantó el periodista Sam Amick, no habrá sanciones disciplinarias, ni siquiera multas económicas, así que Steve Kerr tendrá a toda su plantilla disponible para un partido que dará el campeonato a los Warriors… o les meterá en un lío tremendo de vuelta a Cleveland.