¿Debió ser expulsado Green? Los árbitros explican la polémica

Primero los hechos, cronológicamente ordenados. Poco antes del descanso, tras un salto entre dos en el centro de campo, Draymond Green gana la posesión para los Warriors tras un forcejeo con Iman Shumpert que los árbitros (superados por la situación durante todo el partido) señalan como personal del ala-pívot. Este reacciona de manera desproporcionada ante su decisión, por lo que los colegiados le indican una técnica. Al menos eso es lo que entendió The Q y la propia mesa de anotadores, tal y como demuestra el hecho de que en la estadística oficial al descanso esta así lo reflejara.

Tras la reanudación, a Green (desquiciado durante toda la noche) se le pitó una segunda técnica en contra. Lo que es motivo automático de expulsión del encuentro. Sin embargo, para sorpresa de todo el pabellón y el banquillo de los Cavaliers, el jugador se mantuvo sobre el parqué. ¿Cómo es esto posible? Dos de los árbitros del Game 4, Mike Callahan y John Globe, explicaron la polémica al término del partido a Brian Mahoney, periodista de la agencia AP.

"Cuando le señalamos la falta técnica a Draymond Green se lo comunicamos a la mesa, la cual nos informó que era su segunda y debía ser expulsado. Fue entonces cuando le indicamos a la mesa que no podía ser su segunda y descubrimos que la técnica que le pitamos a Steve Kerr no se la habían atribuido a Steve Kerr", relató Callahan.

"Después de pitar una personal a Draymond Green, me fijé en la reacción de Steve Kerr, por lo que le indiqué una técnica. En ese mismo instante pensé que le había transmitido a la mesa que esta debería recaer sobre Kerr. Después de revisar la acción en el vídeo, ya no me dirigí verbalmente a la mesa. Debería haber hecho mejor mi trabajo y asegurarme que en esta habían entendido que el sancionado era el entrenador Kerr", argumentó Goble.

Otra vez polémica en el cuarto partido

Como ya sucedió en las Finales del año pasado, Green volvió a salirse de sus casillas... también en el cuarto partido. En el Game 4 de 2016, ya con el partido prácticamente resuelto para los Warriors, tuvo un rifirrafe con LeBron que le acabó costando una sanción de la NBA para el quinto partido en Oakland. Hoy, por un momento, la historia pareció volver a repetirse.