Bradley y Horford tiñen la serie de verde; a un paso de la final...

Quinto partido y quinta victoria local, pero primer puñetazo real de los Boston Celtics. Con un Avery Bradley inmenso a la cabeza (29 puntos, 25 en la primera mitad) y un partido completísimo del mejor Al Horford (19+6+7, 8/9 en los tiros, 3/4 en triples y tres tapones), los de Brad Stevens enseñaron sobre el parqué de un TD Garden entregado su versión coral-killer. Concentrados desde el salto inicial (un 16-0 de parcial en el primer cuarto) y menos dependientes de Isaiah Thomas (18+9) que ningún otro día, los Celtics dieron una lección de juego en equipo, intenso y ganador que puso el 3-2 en el electrónico para teñir de verde una eliminatoria que vivirá su primer encuentro decisivo la noche del viernes en Washington D.C.

La buena defensa lleva a la carrera. Los locales consiguieron una cómoda ventaja en los primeros 12 minutos (+12) gracias a las contras provocadas por posesiones de 10 en su propio aro. Anotaron 15 de sus 19 puntos a la carrera en un primer periodo en el que fueron dueños del ritmo alto que habitualmente había favorecido a los Wizards...

Los visitantes, que no pudieron hacer mucho más que aguantar el chaparrón que supuso un primera parte casi perfecta de los Celtics, no encontraron respuestas en el pick&roll de Wall y tampoco tiros abiertos para Beal, Bogdanovic o Porter. La ventaja habitual de Markieff Morris tampoco tuvo efecto alguno contra una defensa que ayer sí fue compacta y que no cedió terreno ni siquiera en su punto débil: el rebote (en la primera ronda -7 de media y en esta segunda también hasta ayer). Marcus Smart entendió a la perfección la importancia de cerrar su propio aro y contribuyó a la causa con 11 capturas defensivas (el mejor en ese aspecto, también nueve puntos, seis asistencias y dos robos desde el banco: partido completo).

Por primera vez en la eliminatoria fueron los Celtics superiores durante 48 minutos. El partido no tuvo nada que ver con los dos primeros, en los que hubo de todo un poco. Ayer el Garden disfrutó con la mejor versión de un equipo que ya sueña con la final de conferencia (a solo un paso...).

Los mejores Celtics no son los Celtics de Isaiah Thomas (que por cierto, estuvo genial asistiendo en el primer cuarto). Los mejores Celtics son una ola de cinco metros (uno por jugador en pista) que avanza, a las órdenes de Stevens y con Al Horford como eje central en cancha, imparable sobre la madera del Garden tiñéndolo todo de verde a su paso. Ventaja Boston.