Las claves de las eliminatorias de Playoffs en la Conferencia Este
Celtics-Bulls, Wizards-Hawks, Cavaliers-Pacers y Raptors-Bucks, los duelos en el Este en la lucha por el anillo de campeón 2017.
Boston Celtics (1)-Chicago Bulls (8)
1. Caminos opuestos. Solo los Celtics pensaron que era posible lo imposible: desbancar a los Cleveland Cavaliers de la primera posición del Este. Y no ha sido solo por el desvanecimiento final de los Cavs, sino por la fe inquebrantable de este equipo. Han sido cuatro temporadas de constante crecimiento con Brad Stevens en el banquillo y, lo que es más importante, de creación de un estilo y una confianza que será vital para superar una eliminatoria en la que son claramente superiores. Los Bulls, por su parte, han sido un drama todo el curso. Clasificados a última hora, han sido capaces de endosar un 4-0 a los Cavaliers y perder los tres duelos directos con los Knicks. Ese es el peligro de Chicago, que sin saber cómo, te dan un susto. El problema es que también pueden dárselo a ellos mismos.
2. Thomas-Butler. El base es la joya de la corona en Boston y la pieza fundamental para dominar a los Bulls. Con un ritmo endiablado, el base ha finalizado la temporada como el tercer máximo anotador de la NBA (28,9) solo por detrás de dos bestias: Russell Westbrook (31,6) y James Harden (29,1). Además, es un ciclón en el último cuarto, empujando a los Celtics a ser líderes en anotación en ese periodo. Los Bulls, por su parte, tienen a Butler. Demasiado bueno para dejarse morir, es la única esperanza. Si no está inspirado, la serie se acabará antes de que nos sentemos.
3. Defensas. Chicago ha hecho de su ritmo en los partidos su piedra angular. Demasiados lentos para destacar en ataque, tienen la capacidad de dejar a sus rivales bajo cero. Son el sexto equipo que menos puntos recibe por cada 100 posesiones (104,1). Boston, en el Top-10 de máximos anotadores (8º, 108,6), tendrá que manejar la velocidad para sobrepasar a los de Hoiberg. Además, presionar a los Bulls para que lancen desde el exterior les dará muchos puntos a favor. La franquicia de Illinois es la sexta peor en porcentaje desde el triple con un 44,4%. El rebote tampoco debe dejarse de lado: quien ha controlado esa faceta, se ha llevado los duelos directos en este curso (dos para cada uno).
Washington Wizards (4)-Atlanta Hawks (5)
1. El milagro contra la estabilidad. 7-13. Así comenzaron la temporada unos Wizards a los que les costó arrancar. Los rumores de rencillas entre Wall y Beal, más la llegada de un nuevo entrenador, Scott Brooks, con un nuevo sistema incluido hizo dudar del proyecto. Pero se erró. Con un juego alegre y divertido, Washington llegó hasta la cuarta posición del Este, con tramos en los que se pensó que podían liderar la Conferencia. Esa imagen es la que tendrán enfrente unos Hawks que han finalizado con el peor balance de los últimos tres años y han perdido tres de sus duelos directos contra los capitalinos. Pero es difícil no dar opciones a los de Georgia. Budenholzer ha logrado que el equipo se mantenga firme a pesar de los avatares: solo Millsap queda de aquellos Hawks de las 60 victorias y, aún así, décima campaña seguida en Playoffs, cuatro con el entrenador en el banquillo.
2. La lucha por el rebote. Si algo tienen esta eliminatoria es a dos de los mejores reboteadores de la NBA: Howard contra Gortat. El pívot de los Hawks captura 12,9 balones por partido (5º), mientras que el polaco, 10,4 (11º). Su duelo en la pintura será vital para inclinar la balanza. El problema para los de Georgia es la escasa anotación de Howard. Sus 13,4 puntos son su peor media desde su etapa de rookie. El de los Wizards, por su parte, se mantiene en el promedio de su carrera (10,4) con 10,8.
3. Wall. Tras perderse los últimos Playoffs por el título, el base de los Wizards quiere sangre. Su nivel esta temporada ha sido colosal, superando sus medias en puntos (23,1), asistencias (10,7) y robos (2,1). Una barbaridad a la que tendrán que hacer frente unos Hawks que contaban con un salto cuantitativo y cualitativo de Schroder tras la salida de Teague. Subió sus números, pero no ha sabido manejar con la efectividad esperada el timón de su equipo.
Cleveland Cavaliers (2)-Indiana Pacers (7)
1. El coto de LeBron. Bienvenidos al territorio de LeBron James. El jugador de Akron ha disputado las últimas seis Finales de la NBA con tres anillos incluidos. El último, además, en una eliminatoria histórica contra Golden State Warriors, en la que los Cavs remontaron un 3-1 imposible. Por estas cosas, el alero encuentra su mejor versión en las rondas finales: ahí, su carácter extracompetitivo sale a relucir. Todos pronostican que jugaran otras Finales, a pesar de su mal final de curso. Los problemas físicos de Irving, el único grano de los Cavs.
2. Paul George. La campaña de Paul George e Indiana Pacers nos ha dejado fríos. Se esperaba mucho de ambos tanto por separado como colectivamente. Pero nada. Fríos. El alero ha sucumbido a una temporada en la que Westbrook y Harden han dominado los titulares diarios. Sin embargo, tiene un don para el baloncesto. Es bueno. Muy bueno en el uno contra uno, un anotador compulsivo al que le gustan este tipo de retos. Y los Cavaliers lo saben.
3. Rivalidad. No se entienden los últimos años en el Este sin la rivalidad LeBron-Indiana, sobre todo durante la etapa de El Rey en los Miami Heat. Durante las tres temporadas de James en South Beach, ambos equipos se enfrentaron en tres ocasiones en Playoffs: dos en la final de Conferencia y una en las semifinales. El balance es un 3-0 desmoralizador para unos Pacers que presentaban la mejor plantilla desde que Reggie Miller dejó la franquicia. Hay necesidad de lavar afrentas pasadas.
Toronto Raptors (3)-Milwaukee Bucks (6)
1. Antetokounmpo contra todos. El griego se ha convertido en el primer jugador de la historia en ser top-20 en las cinco grandes categorías estadísticas: 22,9 puntos, 8,8 rebotes, 5,4 asistencias, 1,6 robos y 1,9 tapones por partido. Es el todo en los Bucks. Es la última frontera que deberán superar los Raptors para pasar una primera ronda con destino a sus segundas finales en la Conferencia Este. Para ello, deberán mantener esa estabilidad atrás que les ha permitido finalizar este curso como la octava mejor defensa de la Liga (102,6).
2. Los Raptors, completos. De los cuatro Playoffs seguidos que lleva Toronto, es el primero en el que tienen un equipo con todas las posiciones armadas a gran nivel. La llegada de Ibaka antes del cierre del mercado, permite a Casey ocupar un espacio que tenía huérfano. Pero claro, todo depende del nivel que muestren Lowry y DeRozan desde el primer minuto. El pasado año no estuvieron finos y los canadienses sufrieron para superar a Pacers (4-3) y Heat (4-3) antes de sucumbir en seis duelos frente a los Cavaliers.
3. Dudas. Una temporada más no se podrá ver el potencial real de los Bucks. Ni en su primer (lesión) ni segunda año (no se clasificaron) en la NBA, Parker jugó los Playoffs y en esta ocasión tampoco estará por otra nueva lesión de gravedad. Duro golpe para un conjunto del que se esperaba mucho al comenzar la campaña, pero que nunca encontró el ritmo debido a la ausencia inicial de Henderson y, ahora, la de Parker. Mucho deberán sudar para superar a los Raptors. Eso sí, es una de las eliminatorias más interesantes en el Este.