"Terrible": la rodilla de Irving pone en alerta a los Cavaliers

Después de su golpe de autoridad en Boston, los Cavaliers volvieron a las andadas en su pista ante unos Hawks sin jugadores titulares. Una derrota injustificable para un equipo que no termina de cerrar el primer puesto del Este, momento en el que Tyronn Lue daría descanso a LeBron, Kyrie y compañía. Pero queda una semana para el inicio de los playoffs y los Cavs siguen peleando con los Celtics, con (se supone tras el duelo del Garden) suficiente ventaja pero sin cerrar matemáticamente el asunto debido a esas ya 28 derrotas cosechadas pese a que LeBron James está en empate técnico al frente de la clasificación de minutos por partido (37,6 por los 37,7 de Kyle Lowry) y de que Kyrie está en el top 20 con casi 35 minutos por noche.

Los Cavs no llegarán con buenas sensaciones a las eliminatorias pero en toda la liga flota la sensación de que estarán a la altura cuando haya que estarlo… si el físico acompaña. Y ese es el verdadero nubarrón ahora mismo: Tristan Thompson, que ha estado muy por debajo de su rendimiento físico durante casi toda la temporada, tiene problemas en un pulgar que le han hecho perderse ya dos partidos después de jugar 447 seguidos, la que era la mejor racha de toda la NBA. El pívot es un jugador esencial de cara a otra edición del Warriors-Cavaliers en las Finales, más que ningún otro que no sean LeBron y Kyrie, incluido Kevin Love.

Pero es que, y ahí está la verdadera alerta roja, Kyrie Irving tiene molestias en su rodilla izquierda, la misma que le obligó a pasar por el quirófano después del primer partido de las Finales 2015 y que le tuvo fuera de las pistas hasta el 20 de diciembre de ese año. El base arrastra problemas intermitentes (en el primer tramo de la temporada solo se perdió un partido por este motivo) desde el partido del 16 de marzo ante los Jazz, en el que se sentó todo el último cuarto después de cerciorarse de que LeBron solventaría la papeleta (17 puntos él por 16 de los Jazz en ese último parcial).

En el calamitoso partido ante los Hawks, Kyrie se marchó al vestuario en el tercer cuarto después de tocarse ostensiblemente la rodilla en el banquillo con el preparador físico Steve Spiro. Volvió para el último parcial y solo tiró una vez a canasta. Después reconoció que había pasado un calvario en el día de descanso tras jugar en Boston: “El jueves fue terrible para mí y para mi rodilla. No es fácil, ni siquiera más de un año después. Me gustaría que no me molestara pero es lo que hay. Hago lo que puedo para cuidarme, para estar en las mejores condiciones para jugar. Pero ya he asumido que a veces va a dolerme y que tengo que estar mentalizado. Los próximos días serán cruciales. Jugamos en Atlanta y Miami, haré lo possible para estar preparado”.

Los Cavs tienen un partido de ventaja sobre los Celtics y tienen que jugar contra Hawks, Heat y Raptors. La idea de Lue es certificar el primer puesto (basta una victoria y una derrota de los Celtics) para que sus jugadores puedan tener descanso antes del inicio de los playoffs. Parece que lo necesitan.