Los Spurs de Pau Gasol patinan y dan aire a Golden State Warriors

Once victorias en doce partidos y la lesión de Kevin Durant (y la mala racha en el tiro de Stephen Curry…) habían puesto a los Spurs en el asiente del conductor de la Regular Season, con la posibilidad de tener factor cancha en todos los playoffs en la mano. Muy en la mano. Algo que importa aunque Popovich siempre vaya a contestar de refilón. Que no merece sacrificar la salud de determinados jugadores pero que importa, desde luego. Y para empezar la batalla 24 horas después de que los Warriors pasaran las de Caín contra los Sixers (significativo), los Spurs sumaron una derrota nada razonable para un equipo tan razonable: 106-110, en casa y contra unos Blazers que se aferran a su extraña manera a los playoffs (ahora a dos partidos de los Nuggets). Muy extraña: en back to back, derrota con solo 77 puntos anotados en Nueva Orleans y victoria una noche después en San Antonio.

Los Blazers, por lo tanto, anotaron 33 puntos más en San Antonio que en NOLA, básicamente porque el backcourt de los Spurs (sin Murray y sin un Parker que se ha perdido ya 16 partido esta temporada) fue incapaz de contener a Damian Lillard y CJ McCollum, el primer mandamiento si se quiere ganar a los de Stotts, muy peligrosos si fluyen en ataque. McCollum siguió a su pésima noche ante los Pelicans con 26 puntos y Lillard sacó lo mejor de su repertorio: 36 muy eficientes (12/22 en tiros), con 32 en los tres primeros cuartos y un tremendo final del tercero para dejar por delante (80-82) a un equipo que esta vez, y no como tantas otras, nunca perdió el paso de su rival. Ayudó uno de los pocos partidos en los que Vonleh se pareció a lo que debería ser su camino de formar más habitual (12 puntos, 6 rebotes) y desde luego ayudó otro muy buen partido de Nurkic (pese a 5 pérdidas: 16 puntos, 9 rebotes, 4 robos), que sigue reconstruyendo su figura lejos de la sombra de Nikola Jokic.

Los Spurs perdieron con LaMarcus Aldridge de vuelta. La arritmia cardiaca que puso en alerta a la NBA solo le ha obligado a perderse dos partidos. Con él y ante su ex equipo, resultó más sorprendente la derrota local. Tiró mal (9/24) pero terminó con 19+7 y enlazó 5 puntos seguidos en un amago de remontada que convirtió un 97-104 en un 105-106 después de triple de Mills y antes de que Lillard cerrara el partido desde la línea de tiros libres. Kawhi Leonard sumó 34 puntos, 9 rebotes, 6 asistencias y 3 robos (un día más en la oficina de los aspirantes a MVP) y Pau Gasol jugó 19 minutos desde el banquillo y terminó con 12 puntos (5/10 en tiros) y 5 rebotes dentro de una segunda unidad en la que Simmons y Anderson no aportaron nada. Aun así, casi ganan los Spurs porque eso es lo que hace el equipo de Popovich: ganar partidos sean cuales sean las circunstancias. Pero esta vez, al contrario que en otro montón de finales igualados, tocó derrota: ahora 52-15, otra vez un partido por detrás de los Warriors, los mismos partidos perdidos que en toda la temporada pasada (67-15) y cuchillos afilados para su próxima cita, el sábado en Memphis. Marc contra Pau en lo que sería duelo de primera ronda si la Regular Season acabara hoy. Cosas.