Un Kawhi (39) inmenso decide ante el mejor Harden (39+12)
Los Spurs siempre vuelven. Octava victoria seguida de los pupilos de Popovich. Kawhi decidió el partido con un triple y un tapón.
Alero, 201 centímetros, 104 kilos, dos veces All Star, dos veces Mejor Defensor del Año, MVP de las Finales (2013-14), campeón de la NBA, 25 años y de profesión extraterrestre. Kawhi Leonard, que empezó siendo lo que se llama un stopper en estos San Antonio Spurs de Popovich y la evolución infinita, se ha convertido ante nuestros ojos y solo en tres años en uno de los jugadores más difíciles de defender que hay en el mundo. Tiene el triple, el paso atrás desde seis metros (marca de la casa), las penetraciones, la capacidad para crear espacio y contacto en cualquier momento... Kawhi es, a sus (repito porque me parece importante) 25 años, el jugador más completo de la NBA a día de hoy (con permiso de LeBron). Un extraterrestre que vuela un par de centímetros por encima del parqué. Una roca y a la vez un pulpo. Y además, imparable con el balón en las manos (siempre da la sensación de que la va a meter). Todo eso es a día de hoy Kawhi Leonard. Y puede que bastante más. El partido de ayer ante los Rockets (39+6+5, 4/5 en los triples) fue, de principio a fin, un ejemplo perfecto de lo que es esa tímida superestrella que creció entre Duncan y Popovich y que ahora domina la NBA.
Cualquiera que haya visto el partido sabe que la crónica tenía que empezar más o menos así, con un párrafo entero dedicado al '2' de los Spurs (ha sido un escándalo). Ahora, vamos al partido.
Gran Capela y mejor Harden
La mejor versión de este (gran) equipo de fuegos artificiales que son los Rockets se presentó en El Álamo en un primer cuarto casi perfecto. Con James Harden acertado y a los mandos (18 puntos, 6/7 en los tiros en los primeros 12') y un Clint Capela que está en el mejor momento de su carrera (las continuaciones y la intimidación, pero también todos los detalles: bloqueos, ayudas cortas y largas, gran trabajo en su tablero...), los texanos consiguieron una ventaja de 16 puntos en el primer cuarto que contra otro equipo podría haber roto el partido. Pero hablamos de los San Antonio Spurs...
Un par de buenas acciones de Pau Gasol (triple+mate, al final ocho puntos y seis rebotes en el día que cumplía 1.100 partidos de temporada regular), bastante Kawhi (14 en la primera parte) y entre brazada y brazada y el bajón de acierto de los Rockets, menos siete al descanso y partido nuevo.
Parker fue clave y decidió Kawhi
Hasta los 13 empujó Harden de nuevo para empezar. La Barba, que se fue al descanso con 23 puntos y siete asistencias (responsable de 38 puntos), arrancó la moto rápido y no tardó en llegar a la treintena. Sin embargo, cada vez que alzaba la vista hacia el electrónico, allí estaban ellos; allí estaban los Spurs. En la segunda Parte fue Tony Parker quien rescató a los suyos y le dio la oportunidad a Kawhi de ganar después el partido. Tres triples casi consecutivos del base francés (el mal menor que eligió la defensa de los Rockets) igualaron de nuevo el choque. Y así fue hasta el final: cada tirón de los visitantes encontraba réplica local. Del 98-91 al 98-98 y del 104-98 al 107-107. Y entonces, lo ganó el extraterrestre.
Harden puso a su equipo por delante desde la personal (108-107) a menos de un minuto del final y en la siguiente posesión Kawhi se levantó desde el triple por encima de Nene y el público estalló (108-110). La Barba, nivel MVP para variar (acabó con 39 puntos, 13/20 en los tiros, 6/9 en triples y 12 pases de canasta), atacó de nuevo con la intención de empatar el partido, pero Kawhi recuperó distancia tras un buen bloqueo y llegó por detrás para poner el tapón definitivo. Decisivo en los dos aros y, como siempre, sin hacer una sola mueca. Aún tuvieron otra los Rockets, pero LaMarcus Aldridge taponó el segundo esfuerzo de Nene y el extraterrestre cerró el partido desde la línea de personal (39+6+5, 4/5 en los triples).
Dos estilos opuestos, dos grandes equipos y dos estrellas a su mejor nivel. Qué partido de baloncesto.