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Nadie ha jugado jamás tanto como LeBron: ¿es demasiado?

LeBron no solo es uno de los mejores de la historia: también es uno de los más fiables. ¿Está jugando demasiado en esta Regular Season?
Final en vivo: Cavs vs Celtics, juego 7

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Nadie ha jugado jamás tanto como LeBron: ¿es demasiado?

Después de cada paso por los playoffs, LeBron James suele reflexionar con absoluta sinceridad sobre el precio que se cobra la competición. Agotamiento físico y mental, lesiones que ni se sabía que estaban allí y que aparecen en cuanto baja la adrenalina… LeBron tiene 32 años y no tiene reparos en reconocer que no sabe cuánto ni cómo aguantará. Por eso también exige lo máximo a los Cavaliers y no tiene problemas en pedir fichajes, traspasos y cambios de entrenador: ‘Estos son mis años de esplendor. Todavía. Aprovechadlos”. Si los demás responden, él responde. Siempre: “Ponedme en los playoffs. Da igual la posición y las circunstancias. Solo ponedme allí y haremos el trabajo”. LeBron James lleva trece temporadas y media en la NBA. Excepto en las dos primeras, siempre ha jugado playoffs. No sabe lo que es perder en primera ronda y solo tres veces ha caído en segunda. Otra en la final del Este. Y ha jugado siete (seis consecutivas) Finales de la NBA: tres ganadas, cuatro perdidas. Difícil saber cuáles dejan más rastro, al menos en el cuerpo.

LeBron solo ha jugado menos de 65 partidos en una Regular Season: 62 en la temporada 2011-12. Solo ha dejado de ser titular una vez en toda su carrera, en la 2007-08. Con 32 años y 61 días ha jugado 1.041 partidos de Regular Season y 199 de playoffs: 1.240 partidos. En minutos: 40.467 y 8.383. En total, 48.850. La media sale rápido: 39,3 minutos por partido. Durante trece años y medio y sin apenas lesiones trascendentes. Jugando siempre, jugando pase lo que pase y compitiendo durante seis años seguidos hasta bien entrado el mes de junio. LeBron ya es uno de los mejores de la historia. Tiene un millón de virtudes que celebrar pero esa, que tantas veces se nos olvida, no es una menor: la fiabilidad, la durabilidad, la resistencia casi inhumana. Estar ahí por su equipo y sus compañeros por encima de todas las circunstancias, dolor incluido y gracias (es obvio) a un físico absolutamente privilegiado.

La autogestión que no llega

En los siete partidos de las Finales 2016, LeBron promedió 41,7 minutos en cancha. Después de eso parecía abocado a una dosificación obvia en Regular Season. Existe, y no es el primer año. Cuesta verlo si solo miras los números, que a pesar de los pesares siguen siendo por defecto de aspirante a MVP: 25,7 puntos, 7,9 rebotes y 8,9 asistencias por partido. Y los Cavs están 0-4 en los cuatro partidos que se ha perdido. Pero LeBron regula, se mide de forma evidente y solo hay que ver, para comparar, ese estado casi animal en el que ha entrado en las dos últimas Finales, cuando juega sin correas ni límites. No los tiene.

Pero LeBron, y este es el asunto, sigue jugando mucho. Tyronn Lue vendió que el propio jugador se autorregularía con el All Star Weekend como eje, pero no lo ha hecho. Por la crisis de su equipo en enero (7-8, algo insólito), por esa falta de confianza en la rotación que aireó para pedir unos refuerzos que han ido llegando (vaya que sí) o por lo que sea: 37,5 minutos de media, más que en las dos temporadas anteriores (26,1 y 35,6 desde su regreso a Cleveland). Y segundo en el ranking de toda la NBA, a un paso de Kyle Lowry (37,7). Y aun así esta sería, en la proyección actual, su cuarta temporada con menos minutos jugados de media. ¿Tiene esto sentido? No lo parece. Pero también cuesta creer que Lue y LeBron van a caer a estas alturas en errores de cálculo fatales. Con 32 años, LeBron ya está en el top 100 de partidos jugados: puesto 99… que se dispara a la posición 30 en minutos. Con 32 años. Un problema al que LeBron responde con la obvia ansiedad por ganar cuanto más mejor. Y cuanto antes: ‘No sé cuánto tiempo voy a poder daros lo que os estoy dando ahora’.

LeBron James, según un estudio publicado por ESPN hace unos días, es el más veterano en el top-25 de minutos por partido, en el que doce jugadores se mueven entre 25 y 28 años, nueve por debajo y solo cuatro por encima. En los últimos ochos años, solo Kobe Bryant ha jugado más minutos de media ya con 32 años o más: 38,6 y 38,5 en las temporadas 2011-12 y 2012-13. A esos excesos les siguieron, recuerdo, un calvario con la lesiones. LeBron es, además, el tercer jugador que más juega en el segundo partido de los back to back, sin descanso. Igualado con John Wall y por detrás solo de Kyle Lowry y Anthony Davis. Juega incluso más (37,8) con descanso que sin él (37,5). Y de hecho en segunda noche de partido tira mejor aunque baja ligeramente en otros apartados estadísticos:

Segundo partido de back to back: 37,8 minutos, 26,9 puntos, 7,4 rebotes y 7,8 asistencias con un 54% en tiros y un 43,5% en triples.

Al menos un día de descanso: 37,5 minutos, 25,7 puntos, 7,8 rebotes, 9 asistencias, 53,8% en tiros y 37,8% en triples.

En once de sus trece temporadas (con esta serían 12 de 14) LeBron ha estado en el top-10 de la NBA en minutos. Algo así solo lo han hecho Bill Russell (12 veces) y Wilt Chamberlain (13). Las únicas en las que LeBron se ha quedado fuera hasta ahora han sido, además, sus dos primeras (2003-05). Desde que llegó a la NBA, nadie ha jugado más si se suman Regular Season y playoffs. Joe Johnson, de los jugadores en activo, llega a 46.380 minutos. Tampoco nadie, en toda la historia, ha jugado más que LeBron en total al paso por los 32 años (le siguen Kobe Bryant, Kevin Garnett y Wilt Chamberlain), ni tampoco a la altura de la temporada 14. El líder histórico en minutos totales, Kareem-Abdul Jabbar (57.446), tampoco había jugado tanto como él en el mismo tramo de su carrera (1969-1989).

¿Juzgaremos finalmente solo por los resultados? Seguramente. Si LeBron se lleva otro anillo nada de esto importará, o se utilizará solo para ensalzarle. Pero si se queda corto, aunque solo sea porque esta vez los Warriors (¿u otro?) acaban siendo mejores, recuperaremos todos estos datos y los elevaremos a la categoría de factor X. LeBron es un prodigio, eso es un hecho. Pero está temporada está jugando demasiado y seguramente eso también lo es. Ahora bien, si (y desde luego es así) es él el que lo decide así…