Hasta los incansables 'Dracs 1991' retiran su apoyo al Barcelona

El partido de este domingo ante el ICL Manresa, solventado por el FC Barcelona con un cómodo 92-72, no ha hecho más que reflejar el hartazgo de la grada del Palau Blaugrana por la marcha del equipo. Solo 3.400 espectadores, ambiente gélido y silencio sepulcral en algunos momentos, algo inusual, pero es que el equipo ha acabado con la paciencia y el entusiasmo de uno de los grupos más activos en el pabellón barcelonista: los 'Dracs 91' que han acudido a sus localidades, pero se han negado a animar.

Y si la entrada fue una de las peores en los últimos años, un ambiente como el de este domingo, aunque el visitante fuese el colista de la liga Endesa hacia mucho tiempo que no se vivía.

Aunque en principio pareció algo extraño, en la curva sur del Palau, donde se ubican los 'Dracs' estaban sus pancartas habituales, pero puestas boca bajo y en esa parte superior de la grada, normalmente bulliciosa, rudiosa e incansable animando, el silencio era sepulcral.

La razón es que los miembros del grupo, cansados de que no se les haga caso en muchas de sus peticiones, decidieron efectuar así su protesta. Lo habían anunciado en un comunicado oficial, pero ni los responsables de la sección, ni nadie se puso en contacto con ellos para evitarla.

El comunicado decía: "Los Dracs 1991 hemos intentado hablar con la plantilla, hemos intentado hablar con los despachos, hemos hecho un comunicado a los medios, hemos animado fuera cuál fuera la situación (incluso perdiendo con abultadas palizas ante Madrid y Baskonia en casa y con el colista de la Euroliga), hemos lanzado todo tipo de mensajes se apoyo, hemos hecho mas que nunca de supporters y también hemos criticado cuando ha sido necesario, pero no sabemos que hacer más".

"Por eso hoy domingo pararemos nuestra actividad y reflexionaremos. Necesitamos dar un paso atrás para dar dos adelante y encontrar la manera de revertir la situación actual", continuaba. "Hoy contra el Manresa y por primera vez en 26 años, Dracs 1991 colocará las pancartas al revés en señal de protesta. No dejamos de acudir al partido, estamos en la Curva Sur, pero nos presentamos con la camiseta negra del grupo y sin animar. El objetivo es abrir un debate en la grada sobre la situación de la sección y como podemos ayudar a cambiarla".

"Repetimos que queremos cambiar la situación. Queda media temporada y, obviamente, no renunciaremos a nada hasta que estemos fuera de todas y cada una de las competiciones. Pero en realidad, nos da igual. Nosotros pensamos a largo plazo. Queremos gestos que demuestren un cambio de rumbo y dinámicas a más largo plazo que esta liga, esta Copa o esta Euroliga. Sólo así se engancharán el Palau y la Curva Sur. ¿Cómo lo podemos conseguir?. Esto es lo que intentaremos resolver. Luchemos por nuestro baloncesto", finalizaba.

Lo cierto es que el Palau Blaugrana, con una capacidad de 7.585 espectadores registró la temporada pasada una media de 4.930 espectadores (64%) en Liga Endesa y unos 5.670 en Euroliga (74%), media que esta temporada no se ha alcanzado en seis de los diez encuentros de Liga Endesa jugados en casa y en siete de los once de Euroliga, los seis últimos consecutivos.

Si se mantienen los 5.000 abonados al Palau, de los que casi el 40 por ciento solo van a algunos partidos, el apoyo del aficionado al baloncesto azulgrana está cayendo tan rápido como lo están haciendo los espectadores en televisión.