En las últimas semanas, cierto tono dramático ha rodeado a los Cavaliers, que han firmado un enero en balance negativo y en el que han encajado derrotas muy significativas, la principal la paliza que les pegaron los Warriors en su primera visita al Oracle desde su épico triunfo en el séptimo partido de las pasadas Finales.

Uno de los capítulos más tensos para el campeón llegó cuando LeBron James declaró muy enfadado, no era la primera vez que lo hacía, que necesitaban un “playmaker”, preferentemente un base y en todo caso un jugador que les liberara a él y a Kyrie Irving de responsabilidades en la conducción del juego. Al menos durante la Regular Season. Después la franquicia aireó cierto descontento con las formas de LeBron y asumió que los pasos no son fáciles cuando se cuenta con la plantilla más cara de la historia y se vive muy por encima del tope salarial (la pasada temporada el anillo llegó con unas pérdidas de 40 millones de dólares básicamente por el impuesto de lujo).

Así que en los últimos días los Cavs han hecho un casting con pruebas a jugadores como Kirk Hinrich, Jordan Farmar, Mario Chalmers y Lance Stephenson. De esta, y según información adelantada por NBC, ha salido un ganador que está en pole position para firmar por los Cavs: Jordan Farmar. Parece ser que el equipo de Ohio quiere hacerle un contrato de diez días para probar su estado de forma en competición y para tener la libertad de dejarle ir y fichar a otro jugador si los movimientos del cierre del mercado (23 de febrero) dejan alguna pieza interesante a tiro. Farmar y Stephenson parecen dispuestos a firmar por diez días mientras que Chalmers y Hinrich quieren un compromiso para toda la temporada. Además, los Cavs tienen más dudas del estado físico de Stephenson y Chalmers, que han tenido lesiones importantes en los últimos tiempos, y consideran que Hinrich es menos fiable por su veteranía que un Farmar que esta temporada comenzó en Sacramento Kings: solo jugó dos partidos y promedió 6 puntos y 4,5 asistencias.