Tensión entre LeBron y Gilbert, propietario de los Cavaliers
El MVP de la pasada final presiona para que el dueño refuerce al equipo tras seis derrotas en ocho partidos. Y el gerente le responde: “¿Complacencia? Que se insinúe eso me molesta”.
No bajan las aguas tranquilas en Cleveland. Hay tensión en la franquicia entre su estrella, LeBron James, que ambiciona la plantilla más competitiva posible, y el propietario de los Cavaliers, Dan Gilbert. El MVP de la pasada final cree que su equipo tiene carencias, que necesita refuerzos, en especial un base, para poder competir por el título con Golden State Warriors, según informa ESPN. Esa sensación se ha acrecentado en los últimos días: el miércoles por la noche los Cavs sumaron su sexta derrota en los últimos ocho encuentros.
Antes de regresar a Cleveland desde Miami en 2014, LeBron obtuvo el compromiso de una inversión casi incondicional para lograr la mejor plantilla posible. En las últimas tres temporadas, incluida la actual, la franquicia de Ohio ha gastado en nóminas 316,6 millones de dólares, superando ampliamente el tope salarial, por lo que ha tenido que hacer frente al impuesto de lujo por valor de otros 88 millones. Más que nadie en la NBA. “Solo espero que no estemos satisfechos como organización”, ha dicho esta semana LeBron. Luego escribió en Twitter que no estaba molesto con la gerencia, porque había hecho un gran trabajo, aunque añadió: “Siente que aún debemos mejorar para repetir título… si es eso lo que queremos hacer”.
David Griffin, el gerente, respondió: “Decir que la organización es complaciente es algo totalmente equivocado. (…) Estamos aquí para ganar campeonatos. Cualquier persona que insinúe cualquier otra cosa me molesta profundamente porque el propietario ha invertido en esto a niveles históricos”. Y sobre posibles refuerzos explicó: “Podemos aumentar el gasto en salarios si es el movimiento oportuno en el momento justo. Nunca me han dado órdenes en relación al dinero. No haremos ninguna operación a no ser que creamos que esta nos hará sensiblemente mejores”.
Griffin también razonó sobre las críticas de LeBron ante la falta de una rotación extensa de calidad (y ahí salieron los nombres de Jordan McRae, DeAndre Liggins y Kay Felder) que pueda ayudar a ganar partidos en el playoff: “Creemos profundamente en este equipo. Tenemos que mejorar desde dentro, francamente, tenemos que jugar bastante mejor”.
Tras este cruce de declaraciones, LeBron y Griffin mantuvieron una reunión y, al mismo tiempo, el entrenador, Ty Lue, se citó con todo el equipo. El contrato de LeBron con los Cavaliers tiene vigencia hasta 2018 y el jugador tiene una opción unilateral para renovar por otro año y 36 millones de dólares. Veremos en qué queda toda esta tensión. Si los Cavs crecen o si se avecina una crisis entre la estrella y el dueño.