Thibodeau se venga de sus Bulls con un doble-doble de Ricky

"Para asegurar que los Chicago Bulls puedan seguir creciendo y teniendo éxitos, hemos decidido que era necesario un cambio en la posición de entrenador". Jerry Reinsdorf, presidente de Chicago Bulls, comenzó así el comunicado de mayo de 2015 con el que anunciaba el despido de Tom Thiboeau como técnico de equipo. La relación entre el banquillo y las altas esferas de la franquicia de Illinois ya no eran mansas debido a la necesidad de Thibs de controlar hasta el más mínimo detalle de una organización a la que había llegada en 2010. Durante las cinco temporadas que el exayudante de Doc Rivers estuvo en el banquillo, los Bulls llegaron cinco veces a los playoffs, incluida una final de Conferencia Este frente a los Miami Heat de LeBron, Wade y Bosh, y sólo salieron una vez del Top-5 en eficiencia defensiva: 2010-11 (97,4 - 1º), 2011-1 (95,3 - 1º), 2012-13 (100,3 - 5º), 2013-14 (97,8 - 2º) y 2014-15 (101,5 - 11ª).

Pero la dirección se hartó y buscaron en Fred Hoiberg un hombre de ideas nuevas, más alejado de la disciplina militar de Thibodeau y todo en los Bulls se derrumbó. Tras siete campañas en las rondas finales, Chicago se quedó fuera de ellas con una filosofía vital inconclusa y misteriosa. Thibs vio ese descalabro desde la barrera hasta que este curso fichó por los jóvenes Minnesota Timberwolves a los que todavía no ha enderezado, pero esta madrugada olvidaron el drama y vencieron a los Bulls (94-99) en la vuelta de su jefe a la que fue su casa. "Lo único que necesitábamos era una victoria", aseguró Thiboeau después de un triunfo que contó con una buena aportación del español Ricky Rubio. El base acabó con un doble-doble tras anotar 11 puntos y repartir 11 asistencias. Además atrapó 5 rebotes.

Los Bulls consumaron la peor derrota de la temporada junto a la cosechada en Dallas frente a los Mavericks: dos derrotas contras dos de los peores conjuntos de la temporada. Aunque caer en este duelo fue aún más doloroso debido a las formas. Hoiberg y sus chicos iniciaron el duelo con el calor del público a Thibodeau y como una apisonadora: 26-6 casi definitivo. Con el paso de los minutos esa renta llegó hasta los 21 tantos a mitad del segundo cuarto (49-28) después de una canasta de Wade (12 puntos), pero Chicago se cortocircuitó y los Wolves, liderados por Wiggins (23 tantos -47% en tiros de campo-) y LaVine (24) remaron hasta dar la vuelta al marcador en el tercer cuarto (63-64, 6:33) y lograr la mayor remontada del curso. "Estoy orgulloso de lo que hizo el equipo", comentó el entrenador de unos Timberwolves que sólo tuvieron nueve puntos desde el banquillo.

Con Mirotic desaparecido una vez más (5 puntos con un 0/4 desde el triple), los Bulls (30% en el tiro en la segunda parte) tuvieron que agarrase a las faldas de Butler (27), el chico bonito de Thibodeau, para llegar al último minuto con empate a 91, aunque la resistencia se vino abajo cuando Wade fue expusado, a 14 segundos del final, por una doble técnica tras una falta a LaVine. "Fue la frustración", comentó el exjugador de los Heat. Cuatro tiros libres, dos de Ricky y dos del escolta, pusieron un 91-99 inalcanzable que pone el 1-3 los últimos cuatro enfrentamientos entres estos dos equipos a favor de Minnesota.