MIAMI HEAT

Pat Riley, arrepentido: "Wade merecía el máximo en 2014; la culpa fue mía"

El presidente de los Heat admitió en declaraciones a TNT que le deberían haber ofrecido al escolta el máximo en 2014.

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Pat Riley, arrepentido: "Wade merecía el máximo en 2014; la culpa fue mía"
Andrew D. Bernstein/NBAE via Getty Images

El fin del Big Three. Después de perder las Finales 2014 contra los San Antonio Spurs, LeBron James decidió volver a casa. Volver a Cleveland para intentar ganar un campeonato que ya es historia de la NBA. En aquel momento, se cerraron cuatro años de éxitos sin precedentes en Miami. Los Heat habían jugado las últimas cuatro finales de la NBA y habían conseguido dos de los tres anillos de la franquicia.

Sin LeBron cambiaba todo de forma drástica, eso es evidente. Y en aquel momento, Dwyane Wade, que había accedido a salir de un contrato que le hubiera pagado unos 42 millones en los dos próximos años, le pidió a la organización que recompensara sus esfuerzos sobre el parqué, los del mejor jugador de la historia de los Heat (tres anillos), y sus voluntarios recortes de salario, que fueron necesarios para la formación del BIg Three. Pero Riley, sorprendentemente para casi todos, dijo 'no'. Tras un inicio de verano lleno de incertidumbre en el que el magnate intentó por todos los medios cubrir la salida de James, el escolta llegó a un acuerdo con la franquicia por dos temporadas y unos 31 millones de dólares (ESPN), perdiendo unos 11 kilos con respecto al contrato que había dejado atrás con la esperanza de que renovara LeBron. Y todo esto, solo cinco días después de que Chris Bosh firmara una extensión por el máximo (118 millones y cinco temporadas para que no volara rumbo a Houston para formar otro Big Three).

Es de suponer que Riley y compañía convencieron a Wade de que aquel nuevo recorte salarial permitiría a los Heat seguir siendo competitivos durante los próximos años y quizás luchar por algún campeonato más. Pero aun así, sorprendió entonces y sigue sorprendiendo ahora. Nadie merecía más aquella renovación que Dwyane Wade. Nadie.

Después de un año, el escolta volvió a salir al mercado, declinando una opción de jugador de 16 millones de dólares con una franquicia sumida ya en el caos creado por la desafortunada situación en la que se sigue encontrando a día de hoy Chris Bosh. Pero tampoco consiguió lo que quería. "No es ningún secreto que mi objetivo era firmar un contrato largo este verano", admitió Wade en declaraciones a AP después de sellar un acuerdo por un año y 20 millones -sí, su primer contrato de 20M llegó en su decimotercera temporada en la NBA-.

Y hasta ahí llegó su paciencia, claro. En el verano de 2016, con su equipo de toda la vida en tierra de nadie, Wade, siempre detrás de la expresión HeatLifer (de los Heat de por vida), dejó Miami para enrolarse en el equipo de su ciudad natal, los Chicago Bulls. Y lo hizo, según sus propias palabras, sin esperar la llamada de los Heat.

Arrepentido

Y así llegamos al día de ayer. Dwyane Wade, sobre el parqué del American Airlines Arena de Miami con la camiseta de los Chicago Bulls. Una imagen difícil de asumir para muchos y casi incomprensible aún para otros. Una imagen que cuesta digerir y que ha terminado obligando a Pat Riley a admitir que no solo se equivocó en 2015 y 2016 (ya dijo este verano que se arrepentía de no haber encabezado las negociaciones y que la salida de Wade le había "dejado helado"), sino que también lo hizo en 2014.

"Si lo pudiera volver a hacer, en el verano de 2014, después de la salida de LeBron, le tendríamos que haber dado el máximo a Wade igual que a Chris Bosh. Aquello estuvo mal. Fue un error grave y fue culpa mía", admitió el presidente de la franquicia en unas declaraciones recogidas por David Aldridge (TNT).