Jason Richardson: "Los Warriors actuales parecen un videojuego"
'J-Rich' (Michigan, 1981) pasó 14 temporadas en la NBA. En esta entrevista hablamos de sus Warriors del 'We Believe', el último concurso de mates, los conflictos raciales en USA...
Jason Richardson (Michigan, 1981) es recordado, entre otras cosas, por ganar dos concursos de mates del All Star (2002 y 2003) y jugar durante seis temporadas en los Golden State Warriors. Retirado hace poco más de un año con unos promedios de 17,1 puntos, 5 rebotes y 2,7 asistencias a lo largo de sus 14 años de carrera NBA (la 2013-14 se la pasó en blanco), aprovechamos durante su reciente visita a Madrid para charlar con él sobre las diferencias entre sus Warriors y los actuales, el pasado Slum Dunk Contest que portgonizaron LaVine y Aaron Gordon o el resurgir del conflicto racial en Estados Unidos.
—Usted fue miembro de los Warriors del ‘We believe’, el primer equipo que partiendo como último cabeza de serie derrotó al equipo con mejor récord, a los Mavericks de Nowitzki, en una eliminatoria a siete partidos. ¿Qué recuerda de aquella serie?
—Fue una época divertida. Nos enfrentamos a Dallas, el equipo al que muchos veían ganando el anillo ese mismo año. Además tenían a Dirk, flamante MVP. Pero conseguimos vencerles contra todo pronóstico. Muchos no pensaban ni que pudiéramos ganar un solo partido, decían que nos iban a barrer. Los únicos que creíamos que podíamos derrotarles éramos los chicos del vestuario. En cuanto al eslogan del ‘We believe’, recuerdo que fue un fan quien lo creó y popularizó. Los Warriors llevaban doce años sin meterse en Playoffs y tuvimos que ganar muchos partidos para conseguirlo. Fue una grandísima experiencia que compartí con excelentes compañeros como Baron Davis, Stephen Jackson, Monta Ellis. Siempre recordaré aquella etapa.
—Ustedes consiguieron crear una atmósfera fantástica en torno al equipo. Algo parecido a lo que sucede ahora. ¿Se podría referirse a sus Warriors como la génesis de los actuales?
—(Ríe). Creo que representamos una suerte de nuevo comienzo para toda la organización de los Warriors. Competíamos juntos y queríamos permanecer en el equipo. Eso permitió que el resto de la Liga comprobase dónde queríamos llegar y lo estupenda que era nuestra afición. Lo que a su vez hizo que muchos jugadores quisieran venir a jugar allí. Y, por si fuera poco, en los despachos se hizo un gran trabajo al draftear a jugadores como Stephen Curry. Cuando muchos le subestimaban, ellos pensaron que iba a ser lo gran jugador que hoy en día es. Más tarde llegaron Klay Thompson y un segunda ronda como Draymond Green. Tres hombres de una importancia extrema y que prácticamente cambiaron el curso de la historia de la franquicia.
—Díganos, ¿cuáles son las mayores diferencias entre los Warriors del ‘We belive’ y los del 73-9?
—Quizá habría que hacer esa pregunta en la zona de La Bahía: ‘¿qué equipo ganaría?’ (Ríe). Resulta complicado comparar a ambos equipos porque practicamos dos estilos distintos. Aunque tanto nosotros como ellos tiramos muchos triples, nosotros le dábamos mucha importancia a la defensa. Además los actuales Warriors han ganado un anillo, cosa que nosotros no pudimos. Esa es la mayor diferencia.
—La gran pregunta que todo el mundo se hace: ¿Con Durant en el roster, puede alguien vencerles?
—Va a costar mucho poder ganarles. Tener a un tipo como Kevin Durant les hace mucho más peligrosos. Con tantos jugadores capaces de anotar muchos puntos, ganar tantos partidos… ¡casi parece un videojuego! Va a ser muy divertido verles jugar.
—Shawn Marion nos comentó recientemente que si Klay se lesiona, no tendrán ninguna oportunidad de ganar el campeonato este año. ¿Qué piensa de ello?
—(Medita la respuesta). Es complicado… Incluso si pierden a Thompson, espero que no, seguirán teniendo a Draymond, KD y Steph. Cuentan con cuatro superestrellas en plantilla, así que pienso que sí seguirían teniendo opciones aun sin Klay.
—Pese a lo importancia importante que es para Oakland tener a los Warriors, en unos años se mudarán a San Francisco. ¿Le decepciona esta idea?
—Lo cierto es que estoy algo triste por este traslado a San Francisco. Los fans que estaban allí cuando el equipo perdía casi cada noche son los que hacen especial la zona de Oakland. Sin ellos algo se perderá. Resultado complicado acceder a San Francisco: hay mucho tráfico, no hay demasiados aparcamientos…
—Cambiemos de tema. A usted se le recuerda por ser un gran matador. Mójese, ¿sobre qué jugador le hubiera gustado machacar?
—(Ríe). Realicé muchos monsters (mates monstruosos). Aunque nunca pude hacerle un póster a mi compañero Adonal Foyle. Siempre lo intentaba en los entrenamientos, pero me tenía miedo. Cada vez que nos vemos sigo pensando que jamás pudo dedicarle un mate.
—¿Qué le pareció el concurso de mates del All Star de este año, protagonizado por Zach LaVine y Aaron Gordon?
—Es el mejor concurso que he visto en mi vida. Esos chicos se esforzaron en crear un gran show. El mate en el que Aaron Gordon salta por encima de la mascota mientras se pasa el balón por las piernas es el mejor mate de la historia.
—¿Mejor que los de Jordan, Vince Carter…?
—Sí, fue el mejor mate de todos los tiempos. Déjeme explicárselo. Mucha gente no es consciente de lo altas que son esas mascotas. Y tenía las manos por encima de la cabeza. Realmente tuvo que saltar muy alto para superarla, coger el balón y pasárselo entre las piernas. El mejor mate de la historia (best dunk ever).
—Usted se retiró como jugador de los Sixers. Parece que el proyecto ganador (bautizado como ‘The Process’) que tratan de levantar en Philadelphia esta gafado. Ahora con la lesión de Ben Simmons (número 1 del draft de este año)…
—Ha tenido muy mala suerte. En cuanto a la organización, es increíble lo que les está pasando. Me siento mal por ellos. Han trabajado duro para poder ganar partidos este año y ahora que tienen a Joel Embiid sano por primera vez en dos años, pasa esto… Espero que la lesión de Simmons no sea tan grave y pueda debutar esta temporada (Brett Brown, entrenador de Philadelphia, afirmó hace un par de semanas que podrá regresar en enero a las canchas).
Conflicto racial
—También vistió la camiseta de los Bobcats cuando estaban en Charlotte, una ciudad en la que se llegó a declarar el estado de emergencia el pasado mes de septiembre. ¿Cuál es su opinión sobre el conflicto racial y las protestas que están realizando los jugadores para frenar esta crisis?
—Me parece genial que los jugadores de la NBA hablen alto y claro para defender algo en lo que creen. Si alguno llegara a hacer algo parecido a lo que hizo Colin Kaepernick (arrodillarse durante la ceremonia de escucha del himno estadounidense), yo le aplaudiría. Ese tipo de cosas son las que han hecho a nuestro país tan grande. Tenemos la libertad para hablar y expresarnos, libertad de expresión. Me posiciono a favor de los activistas que se están esforzando en hacer saber que la brutalidad policial no es el camino correcto. Tenemos que cambiar todo esto. Y que conste que lo dice un hombre que creció educado por un policía. Lo que está ocurriendo en Estados Unidos es increíble.