Si Chris Bosh continúa sin poder reaparecer, y de hecho Pat Riley reconoció que sus días en los Heat estaban contados, los jugadores que habrán de asumir más responsabilidades en Miami están claros: Goran Dragic, Justise Winslow y Hassan Whiteside. Los tres deberán tirar de un equipo al que no le sobra talento en ninguna de las cinco posiciones. La configuración de la plantilla provocará que los Heat jueguen mucho small ball, con gente como Justise Winslow ocupando en ocasiones posiciones interiores para crear espacio a Josh Richardson, Dion Waiters, Tyler Johnson y Wayne Ellington. Hassan Whiteside protegerá la pintura y hará daño en la zona rival recibiendo más balones que nunca en ataque. Será un serio candidato a participar en el All Star.
La producción de Willie Reed en los Brooklyn Nets cuando tuvo minutos le sitúa como un suplente interesante y con condiciones, sobre todo en defensa, muy aprovechables. Derrick Williams, por su parte, reúne buenas aptitudes para un equipo que, previsiblemente, tratará de jugar rápido a menudo. El ala-pívot, número 2 del draft de 2011, está aparentemente ante una oportunidad de oro para reivindicarse. Luke Babbitt y Josh McRoberts serán su principal competencia junto a un James Johnson que puede adaptarse a las posiciones de ‘3’ y de ‘4’. Udonis Haslem, capitán y miembro más veterano del equipo, ejercerá de líder espiritual, aportando principalmente en el vestuario. Y Beno Udrih fue cortado y no formará dupla eslovena de bases con Dragic, el hombre llamado a jugarse los tiros en los momentos calientes con su capacidad para driblar y penetrar con éxito hasta el aro rival.
Spoelstra ha sido dos veces campeón de la NBA (2012 y 2013) y cuatro de la Conferencia Este (2011, 2012, 2013 y 2014). Su balance en Regular Season es de 399 triunfos y 241 derrotas (62,3%). En los playoffs ha vencido en 70 de los 113 partidos (61,9%) que ha dirigido a los Heat, equipo al que entrena desde la campaña 2008-09. Antes fue técnico asistente en el conjunto de Florida.
La estrella: Hassan Whiteside
Whiteside se ha convertido en uno de los pívots más completos de la NBA. Tapona como nadie (fue el mejor de la liga en este apartado el curso pasado), rebotea habitualmente en dobles figuras (acabó tercero en la última clasificación de la NBA) y anota lo que le llega a las manos con eficacia (14,2 puntos por partido con un 60,6% en tiros de campo en la 2015-16). Ahora además tendrá que dar un paso adelante y ser un referente.
