Muchas novedades en un equipo que necesita olvidar, por el bien y la continuidad de Anthony Davis, la pesadilla que fue la temporada pasada. Alexis Ajinca y Omer Asik serán los encargados de cubrir las espaldas del ala-pívot, que debería volver a entrar en los círculos de conversación en los que se discute el MVP. Tamaño y seriedad para progresar en una conferencia Oeste que, quitando quizás los cuatro primeros puestos, está más abierta que nunca.
Las salidas de Ryan Anderson y Eric Gordon, los dos mejores tiradores del equipo (entre los dos lanzaban 12 triples por partido la temporada pasada y sumaban +32 tantos), faltan puntos y lanzamiento exterior. Y justo ahí es donde será vital la aportación del novato Buddy Hield. También tendrán que asumir galones exteriores jugadores como Langston Galloway, Solomon Hill, E'Twaun Moore y Lance Stephenson, que podría ser clave en la creación hasta que vuelvan Jrue Holiday y Tyreke Evans (si se centra, claro...).
Un posible 'pelotazo' de los Pelicans puede ser el fichaje por el mínimo de Terrence Jones, un cuatro que sumará por dentro y por fuera. Podría ayudar mucho a un hipotético small ball en el que Davis sería el rey de la zona y los Pelicans mejorarían mucho en lo que a amenaza exterior se refiere. También podría ser importante la vuelta de Pondexter, que parece que podría regresar en noviembre (rodilla).
No sería justo pedir cuentas a Gentry (ni a nadie) por los resultados de la temporada pasada en Luisiana. Ahora sí toca dar con la tecla. La plantilla ha cambiado y él tiene que darle forma a la rotación y encontrar las victorias. Tiene un 46% de triunfos en su carrera como técnico.
Estrella: Anthony Davis
Quizás la fiabilidad sea la gran duda: nunca ha pasado de los 68 partidos, y los Pelicans no se pueden permitir que se pierda más de 14 por temporada. Empieza su gran contrato y el límite es el cielo. Lo tiene todo para ser uno de los mejores jugadores de la Liga durante años. Estancado en el 24+10, si es que existe tal cosa...
