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BROOKLYN NETS | FRANQUICIA

De Erving y Kidd... a la gran crisis de identidad en New Jersey

Los Nets fueron una referencia en la ABA pero en la NBA no han tenido más bonanza que las dos Finales perdidas contra los Lakers y los Spurs.

Jason Kidd jugó siete años en los Nets. Uno de los grandes bases de la historia, llevó a la franquicia a dos Finales.
Jesse D. GarrabrantDIARIO AS

El problema de los Nets de nueva generación, el equipo lujosamente afincado en Brooklyn, es de identidad. En busca de un lugar tras 35 años de lento languidecer en New Jersey, una era ribeteada por el breve éxito de las Finales alcanzadas y perdidas contra Lakers y Spurs en 2002 y 2003, Mikhail Prokhorov, el tercer hombre más rico de Rusia, se hizo con la franquicia y se la llevó a Brooklyn con el sueño de convertirlo en un equipo de referencia global para las nuevas generaciones. Hasta ahora, nada le ha salida especialmente bien desde que se presentó en sociedad como primer dueño no estadounidense de una franquicia NBA y con aquel ya célebre “americanos, vengo en son de paz”.

Todo en la refundación resultó pomposo pero artificial, al menos así lo percibió una gran parte de la población de Brooklyn, que no ha llegado a empatizar con un equipo que tampoco ha dado ninguna alegría deportiva que hubiera podido funcionar como locomotora para abrir brecha en la ciudad de los Knicks. Ni siquiera sigue ya Brooklynknigth, el superhéroe mascota en cuya creación participó Marvel y que solo patrulló dos temporadas por el Barclays Center. Engullidos por la constante atención mediática que acaparan esos voraces Knicks, los Nets buscan su sitio en la Gran Manzana, una situación desde luego muy poco propicia para una franquicia en realidad histórica, creada en 1967, con años maravilloso en la ABA al abrigo de Julius Erving y espolón después del trasvase a la NBA. Pero nada fue demasiado bien desde la marcha a New Jersey, donde el equipo había nacido bajo la denominación de Americans. Y esa hipoteca no la han podido pagar, hasta ahora, ni los millones inagotables de Prokhorov.

El propietario: Mikhail Prokhorov

Tercer hombre más rico de Rusia y con una fortuna que ronda los 11.000 millones de dólares, Prokhorov hizo fortuna con la explotación de minas de metal y ejerce, a los 51 años, de playboy e ineludible influencia política en la Rusia actual. Para muchos ejemplo del híper capitalismo que no ha sido precisamente una bendición para su país, desembarcó a nivel mediático en Estados Unidos con la compra de los Nets y la construcción del lujoso Barclays Center. Prometió casarse si el equipo no ganaba un anillo en cinco años… y por ahora no ha cumplido.

El general manager: Sean Marks

Neozelandés de nacimiento y jugador NBA hasta hace bien poco (tiene todavía 41 años), Marks comenzó andadura fuera de las pistas vinculado a los Spurs, cuya triunfal cultura de éxito sostenido quiere implantar en Brooklyn, donde hasta ahora las cosas se estaban haciendo de la forma más radicalmente opuesta. Toma el relevo de un Billy King cuya herencia es desastrosa y, en una situación calamitosa para la franquicia, al menos tiene la posibilidad de dejar su sello con un proyecto que parte literalmente de cero. O ni llega al cero. En sus primeros meses en el cargo ha transmitido buenas sensaciones y coherencia de movimientos. No es un mal inicio.

Estrella histórica: Jason Kidd

Hablar de los Nets es hacerlo de Drazen Petrovic, Vince Carter, Buck Williams y, sobre todo, Julius Erving y Jason Kidd. El primero dio a la franquicia dos títulos ABA en los setenta pero su salida fue dramática, una decisión forzada por una demanda de los Knicks, que no querían compartir localización con otra franquicia, y cuyo precio impidió dar a Erving el contrato prometido. Mucho después, Jason Kidd lideró a la franquicia hacia dos Finales, perdidas contra dos colosos como los Lakers y los Spurs. Pasó siete años en la franquicia y allí se confirmó como uno de los mejores bases de la historia. Pero para ser campeón tuvo que irse a Dallas, donde ganó el anillo en 2011 a las órdenes de Rick Carlisle.

Momento histórico: la dos finales perdidas

En 2002 y 2003 los Nets dominaron un Este débil gracias a la llegada de Jason Kidd, que en un año convirtió a un equipo de 26 victorias, conducido por Stephon Marbury, en uno de 50 y finalista de la NBA. Un año después repitieron, con su segundo triunfo seguido en playoffs ante unos Celtics con los que desarrollaron una notable rivalidad, pero los Spurs les dieron el mismo cuartelillo que los Lakers un año antes: nada. Fueron los años de Jason Kidd, Richard Jefferson, Kenyon Martin, Kerry Kyttles, Dikembe Mutombo... Los mejores de la franquicia en su etapa NBA en New Jersey, lejos del brillo de los años ABA, con dos títulos y Julius Erving como ineludible figura.