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PORTLAND TRAIL BLAZERS | ANÁLISIS

Trail Blazers: los 'mini Warriors' quieren la final de Conferencia

Tras ser la gran revelación de la pasada temporada, los Blazers de Lillard y McCollum sueñan con dar un paso más en un reformado Oeste.

Lillard y McCollum, motores de los Blazers, la gran revelación de la pasada temporada en la NBA.
Lillard y McCollum, motores de los Blazers, la gran revelación de la pasada temporada en la NBA.Steve DYKESAFP

Portland Trail Blazers o la “feel good story" de la pasada temporada. Un equipo que en teoría se había hecho añicos y que entraba en profunda reconstrucción… pero que en la pista se convirtió en uno de los más divertidos de la liga. Y también de los más competitivos: 44 victorias, quinto puesto del Oeste, volteo en primera ronda a los Clippers tras las lesiones de Chris Paul y Blake Griffin... y derrota dando muy seriamente la cara en semifinales ante los Warriors. Neil Olshey podría haber sido Ejecutivo del Año pero le superó RC Buford. Y Terry Stotts Entrenador del Año pero le superó Steve Kerr. Warriors y Spurs tuvieron que ganar 73 y 67 partidos para dejar sin estos galardones a los arquitectos, despachos y cancha, de estos Blazers que se conformaron con el de Jugador Más Mejorado que recibió CJ McCollum por aclamación: casi cuatrocientos votos más que Kemba Walker, segundo.

¿Y ahora? Ahora los Blazers tienen que dejar atrás el síndrome del one hit wonder, la banda de un solo éxito, y establecerse definitivamente como un competidor firme en un Oeste en el que todo está muy abierto a la espalda de los Warriors. De hecho, tienen una excelente ocasión para robar a los Thunder la corona de la Northwest, donde emergen también Jazz y, seguramente a más largo plazo, Wolves.

Como en Oregón, donde apuntan a la Final del Oeste como nuevo gran objetivo, son expertos en ver cómo el suelo desaparece debajo de sus pies en el peor momento, andan cruzando los dedos, sobre todo para que no aparezcan esas lesiones que tan mal han tratado históricamente a una de las franquicias más serias y estables de la NBA, un clásico en los playoffs del Oeste que no gana un anillo desde 1977 y no juega una Final desde 1992. Ahora tienen química, juventud, mimbres y una de esas estrellas de talento especial cuyo destino parece inevitablemente dirigido a hacer grandes cosas: Damian Lillard. Es hora de dar la talla cuando ya no eres una sorpresa y todos esperan grandes cosas de ti. Y en esos están los Blazers después de un verano en el que, sin miedo a reventar el talonario, han conseguido mantener el feliz bloque de la pasada campaña: por encima de los 119 millones de dólares, solo los Cavaliers gastarán más en plantilla. Lo que sea para seguir soñando.