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REAL MADRID - UCAM MURCIA 18:30, #0

Campazzo se mide al Madrid: "A la gente le gusta que sea bajito"

El argentino (1,78 m) es una de las sensaciones de la Liga al frente del UCAM, donde está cedido por el Madrid. Promedia 12,3 puntos y 7 asistencias. Le esperan Llull y Doncic.

Facundo Campazzo.
Pascu MendezDIARIO AS

La previa

Sergio Llull (16 puntos, 8,5 asistencias y 23,4 de valoración en lo que va de Liga) se las verá este domingo (18:30, #0) con su excompañero Facundo Cam­pazzo (12,3 tantos, 7 pases y 16,6 de valoración)­. El año pasado en el play­off de cuartos el UCAM Murcia forzó el tercer partido, pero nunca ha ganado en la pista del Real Madrid: 20-0. Thompkins no está inscrito en la ACB.

Entrevista a Facundo Campazzo

El base argentino (1,78 y 25 años) afronta su tercer curso en España y ya es una de las sensaciones de la Liga Endesa al frente del UCAM Murcía. Garra, talento y un cambio de ritmo endiablado. 
Hoy se mide al Real Madrid, club al que pertenece y que le ha renovado este verano.

-Es un jugador de los que deja huella, quizá por eso le han salido tantos apodos.

-En Argentina me llamaban Facu, también Enano. Aquí me han puesto más motes. Pero Chicho Terremoto lo odio. El entrenador Nestor García me decía la Bomba Atómica. A veces explotaba para bien y otras para mal. Quizá deba preocuparme el día que no me llamen nada.

-¿Es un terremoto constante?

-Sí, desde pequeño. Mi mamá quiso que jugara al baloncesto y gastara energías porque no paraba de molestar. Allí decimos hiperquinético. Empecé a jugar al baloncesto, pero también al fútbol. Hice natación, hockey...

-Y jugando al fútbol, siendo argentino, bajito y habilidoso, ¿cómo eligió el baloncesto?

-Mi hermano siempre ha dicho que me hubiera ido mejor de haberme dedicado al fútbol. Hasta los 14 años practicaba los dos deportes, pero mi madre me dijo que eligiera uno para tomármelo más en serio. Todos mis amigos, los que hice de chico y aún conservo, jugaban al baloncesto, así que escogí. Luego vino la generación dorada y viendo a Ginóbili, Pepe Sánchez, Prigioni, Luis (Scola), Chapu… me contagié con más ganas.

-Y sus amigos, ¿qué le dicen?

-Que cómo puede ser que llegara hasta aquí. Aunque un par de ellos son críticos y me dicen que mejore el tiro para ser un jugador más peligroso.

-¿Cómo ve su progresión?

-En España he madurado, también fuera de la cancha. Leo mejor el juego y he agregado cosas a mi estilo. Cuando se recuerde mi nombre no quiero que me vean como a un base revulsivo que corría para todos los lados y era desordenado. Preferiría que dijeran que mantenía a los compañeros contentos, que manejaba los tiempos… Ese es mi desafío.

-No deja indiferente, ¿recibe también muchas críticas?

-Sí, por eso quiero cambiar las cosas malas y pulir las buenas aunque sin perder mi esencia, la velocidad y cierta inconsciencia. A la gente le gusta que sea más bajo que el resto y que le ponga huevos. Me ven que soy como ellos, ‘¿pero juegas al baloncesto?’, y se identifican.

-El curso pasado hizo historia en Murcia y este verano muchos clubes querían su cesión.

-Sí, pero el UCAM Murcia es un club muy serio y ha armado un lindo equipo para pelearle a cualquiera. Venimos de hacer historia tras clasificarnos para el playoff y quedarme otro año y jugar la Eurocup era dar un paso adelante. Quería seguir en la ACB, luego el Chacho se fue y me ilusioné, pero no dependía de mí y además era extracomunitario. Si llega la oportunidad del Madrid, estaré preparado.

-¿Medirse al Madrid, a Llull y a Doncic, le pone nervioso?

-Tengo la cabeza en Murcia, pero me pone un poco más nervioso de lo normal. Llull es uno de los mejores bases de Europa, un líder, y ahora está Doncic, que es un crack y pide atención extra para defenderlo. Y se suma Draper. Los jugadores del Madrid son ganadores, tienen hambre de gloria. Los veo bien.

 

Tramita la nacionalidad española

Campazzo llegó al Real Madrid en el verano de 2014, tras el Mundial que se celebró en España. Su intención era obtener el pasaporte italiano por sus antepasados, pero el procesó se enquistó y ahora tramita la nacionalidad española tras llevar más de dos años de residencia en nuestro país. Lo normal es que la obtenga antes de la próxima temporada. Dejaría así de ser extracomunitario.