Bird, a Durant: "Yo jamás habría ido a los Lakers con Magic"
El mítico alero asegura que en sus tiempos las cosas eran de otra manera... pero es que entonces ni siquiera existía la agencia libre actual.
Larry Bird, que ahora dirige los designios de Indiana Pacers, también ha hablado de la llegada de Kevin Durant a los Warriors. Lo ha hecho en una entrevista para SiriusXM NBA Radio y ha dejado claro que le parece respetable… pero poco acorde, al menos, a lo que hacían los grandes jugadores en su época. Ya se sabe, muchas viejas leyendas, aunque Bird es una de las mayores, se han expresado en términos similares: “Es difícil opinar. Es obvio que estos jugadores se hacen mucho más fuertes al juntarse pero también es esto para lo que existe el mercado de agentes libres. Lo han hecho siguiendo las reglas así que hay que respetarlo y me alegro si sienten que es lo que tienen que hacer para ser más competitivos. Pero yo en mis tiempos jamás me habría ido a los Lakers a jugar al lado de Magic Johnson. Mi opción siempre era jugar contra él y derrotarlo. Pero son otros tiempos, comprendo lo que hacen ellos desde su punto de vista. Haces años tuvimos que luchar para que existiera una agencia libre como tal y que los jugadores pudiéramos movernos con absoluta libertad en el mercado. Pero por otro lado no me imagino uniéndome a un equipo ya lleno de grandes jugadores…”.
Bird, es importante, recuerda que las reglas del juego no siempre fueron como ahora. También, en la misma entrevista, deja claro como otro punto importante: sus Celtics tenían jugadores excelentes y en parte por eso tampoco sintió nunca necesidad de emprender grandes cambios.
Pero el hecho es que las cosas antes, sencillamente, no eran así, y que las grandes estrellas del pasado ni siquiera tenían, restricciones salariales al margen, la opción de elegir destino con libertad. Porque antes en el deporte profesional estadounidense existía la llamada reserve clause, una cláusula por la que los jugadores seguían dependiendo de su equipo una vez completado su contrato, y solo podían cambiar de destino si aquel aceptaba dejarle ir (algo que nunca ocurría con las grandes estrellas, claro) o negociaba algún tipo de compensación (generalmente vía trade). La llegada de la agencia libre tal y como la conocemos ahora no se materializó hasta finales de los 80 y por entonces Larry Bird ya había cubierto el tramo más legendario de su maravillosa carrera. Fue la culminación de una lucha que, en el baloncesto estadounidense, había comenzado casi dos décadas antes gracias a la lucha de jugadores como Rick Barry y Oscar Robertson. Este último denunció a la NBA en nombre de los jugadores y en busca de un mayor equilibrio de fuerza en su relación con los propietarios.
Pero hasta 1988 los jugadores podían ser traspasados pero seguían sin tener la opción de elegir destino con plena libertad. El equipo con el que cerraban contrato seguía teniendo que aceptarlo primero... a cambio, obviamente, de la debida compensación. Por entonces Tom Chambers (un excelente ala-pívot de raza blanca que fue 4 veces All Star) quería salir de los Sonics porque estos se habían hecho en la noche del draft de 1987 con Derrick McKey y Michael Cage (este vía traspaso). Había sido MVP del último All Star pero intuía que su equipo apostaba por otros jugadores en su rotación interior y le utilizaría más temprano que tarde como moneda de cambio para algún traspaso. Entonces, y tras ser advertido por el entonces líder de la Asociación de Jugadores, Larry Fleisher, esperó su momento sin negociar nuevos vínculos en Seattle: las viejas reglas estaban a punto de saltar por los aires. Con el convenio colectivo de 1988 llegó, una revolución, una agencia libre casi sin restricciones: los jugadores podrían elegir destino si habían acabado contrato, llevaban al menos siete años en la NBA o habían completado ya dos contratos en la liga.
Chambers, que cumplía estos dos requisitos, se convirtió así en un pionero cuando se comprometió (5 de julio de 1988) con Phoenix Suns, donde se ganó tres de sus cuatro elecciones para el All Star Game. La franquicia de Arizona le convenció con reuniones rápidas y una suculenta oferta económica: la prehistoria de las reglas del juego que conocemos ahora.
Así que, y no es una crítica al extraordinario Larry Bird, muchas leyendas de la NBA no hicieron nada parecido a lo que en los últimos años han hecho Kevin Durant y LeBron James entre otras cosas porque ni siquiera tuvieron la opción.