FINALES NBA 2016 | CLEVELAND CAVALIERS - GOLDEN STATE WARRIORS (1-2)
Cleveland ya no es la ciudad maldita en EE UU: es segunda
Los Cavaliers intentan un año más acabar con una sequía que dura desde que los Browns fueron campeones en la NFL en 1964.
Mistake by the Lake: el Error junto al Lago. El apodo despectivo que se dio a Cleveland y su Lago Erie entre otras cosas por la negra suerte de sus franquicias deportivas. También por sus problemas económicos: desempleo, impuestos inflados, corrupción… y hasta por unos niveles de polución que provocaron más de una decena de incendios del río Cuyahoga, tal era su nivel de contaminación, algunos temibles y que dejaron daños valorados en más de un millón de dólares.
El Error junto al Lago: Cleveland ha ido olvidando todo eso y rehaciendo su entorno, su sostenibilidad económica y su nombre. Pero sus equipos siguen sin echar un cable, un asunto extraño en un estado, Ohio, que sí es una potencia en el deporte universitario. Pero las franquicias de Cleveland siguen siendo más recordadas por jugadas y sucesos tan calamitosos que tienen nombre propio. En la NBA, de The Shot (el tiro) de Michael Jordan sobre Craig Ehlo en los playoffs de 1989 a The Decision, el especial televisivo con el que LeBron James rompió el corazón de su ciudad anunciando su marcha a Miami. Y de ahí a The Return, el regreso del propio LeBron y la lucha por traer el primer título a la ciudad desde el de los Brown (NFL) en 1964, que vive su segundo episodio en 2016 tras el patinazo de la temporada pasada ante el peor rival posible, Golden State Warriors.
Pero Cleveland, que ha encabezado muchas veces esa lista, no es para Forbes ahora mismo la ciudad maldita del deporte profesional estadounidense. Es la segunda, desbancada por Buffalo. El ranking se elabora tomando NFL, MLB, NBA, NHL y MLS (fútbol americano, béisbol, baloncesto, hockey sobre hielo y fútbol) y considerando a las ciudades que entre estas cinco ligas suman al menos 75 temporadas en los últimos 50 años, una forma de ponderar las idas y venidas de las franquicias que se trasladan.
En total, 27 ciudades de Estados Unidos entran en concurso y Buffalo se lleva por ahora la palma. Tiene a los Bills (NFL) y a los Sabres (NHL)... y unas cuantas historias de mucho dolor: los Bills son el único equipo que ha jugado cuatro Super Bowl seguidas (1991, 92, 93 y 94): perdió las cuatro, la primera tras un field goal fallado in extremis y desde 47 yardas por su kicker que hizo perenne el grito: “wide right!” (desviado a la derecha). La ciudad no ha visto una lucha por un título desde 1999, cuando los Sabres perdieron también de forma terrible, con un gol polémico en una tercera prórroga.
Y si hablamos de NBA, tuvieron a los Braves pero se fueron a San Diego en 1978, el embrión de lo que acabarían siendo los Clippers.
En segundo lugar sí está Cleveland (Browns, Cavaliers e Indians en la MLB). A la espera desde 1964, 146 temporadas entre todos sus equipos, la mayoría marcadas por la absoluta intrascendencia. Y cuando llegan a Finales, Indianas y Cavs (cinco con la actual de la NBA), siempre derrotas... hasta ahora. El regreso de LeBron James, al menos, les quitó algo de un fatalismo que no desaparecerá del todo hasta que no le acompañe un anillo de campeón en su ciudad.
Por detrás y en tercer lugar está San Diego, otra que no sale dela zona alta estas listas. Ahora tiene a los Chargers (NFL) y a los Padres (MLB) y es la tercera que no cuenta con ningún título desde 1966. Ha perdido tres finales y se ha quedado dos veces sin franquicia NBA: en 1971 los Rockets se fueron a Houston y los Braves que venían de Buffalo y cambiaron su nombre a Clippers, acabaron en L.A. (1984).
En el lado contrario del espectro está San Francisco, que ha ganado 8 títulos en cien temporadas totales y que se lleva pocos disgustos: solo ha perdidos dos de las finales a las que ha llegado en el último medio siglo.