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Hakeem Olajuwon y Shaquille O'Neal inventaron el 'small ball'

En un magnífico artículo en 'The Players' Tribune', 'The Dream' repasa sus inicios (no tiró a una canasta hasta los 17 años) y defiende la evolución hacia un juego abierto y más libre.

Hakeem Olajuwon y Shaquille O'Neal inventaron el 'small ball'

Hakeem Olajuwon, uno de los mejores pívots en la historia de la NBA, lanzó por primera vez a canasta a los 17 años. "Cuando con 18 años llegué a Estados Unidos, nunca había visto un partido de la NBA. Ni siquiera uno. Cuando vine de Nigeria para jugar al baloncesto universitario en Houston tampoco conocía el nombre de ningún jugador NBA", escribe 'The Dream' en un delicioso artículo publicado en 'The Players' Tribune' al que él mismo pone su firma. Esta revelación nos indica que el líder histórico en tapones de la Liga jamás había practicado el deporte de la canasta. Tres años en los Cougars de Houston le bastaron para que los Rockets le entregaran su número uno en el draft de 1984, el de Jordan, Barkley, Stockton...

Cierto que sus 213 centímetros y la cultura del juego dominante en aquella época le ayudaron a ser elegido en lo más alto. "Siempre he pensado en mí como un base en el cuerpo de un hombre grande", explica quien conquistó los anillos de 1994 y 1995, los dos únicos campeonatos que quedaron libres entre los dos threepeat de los Bulls en los 90. "Quería bailar dentro y fuera de la pintura, hacerlo por toda la cancha. Veía a los bases manejar el balón y me decía: 'Quiero hacer ese tipo de cosas", prosigue. Para él resultó fundamental tener un desconocimiento total del juego. No tener ninguna idea preconcebida le ayudó a ser el jugador que llegaría a ser. "Cuando mi entrenador me decía que jugara en la posición de pívot, no sabía lo que quería decir. Podía nombrar las cinco posiciones, pero era incapaz de explicar la diferencia entre un 'cinco' y un alero", recuerda.

Estas habilidades que adquirió durante su aprendizaje le permitieron ser capaz de jugar de espaldas y de cara al aro. "Trabajé en mi tiro de media distancia, en el manejo del balón, el pase y mi movimiento de pies. De este forma, sacaba a mi defensor fuera de su zona natural cuando era más lento que yo. Si era más pequeño, entonces optaba por jugar al poste", expone Olajuwon.

Dando un salto en el tiempo de 30 años, llegamos al small ball: el estilo de juego predominante hoy en día y que los Warriors amenazan con elevar a la categoría de arte. Precisamente, viendo uno de los primeros partidos de Golden State en la primera ronda ante Houston junto a varios amigos en su casa, la conversación giró hacia una cierta fotografía (la misma que aparece en la esquina superior derecha del tuit recogido bajo esta frase).

"Se trataba de una imagen de Shaquille O'neal y mía durante las Finales de 1995. Algo increíble, Shaq me estaba defendiendo en el perímetro mientras yo driblaba el balón. Parecíamos dos bases. Siempre me ha encantado esa fotografía. Aún recuerdo que el público se puso de pie cuando cogí el balón", comenta.

"Entonces, estás diciendo que solías jugar al small ball", comentó uno de mis amigos. Todo el mundo se río. Entonces, tuve que recordarles que tiré 143 triples a lo largo de mi carrera (para los curiosos, convertí 30). Mientras tanto, otro amigo gritó: "¡Tú y Shaq inventásteis el small ball"!. La risa se volvió incontrolable.

Llega el momento para la reflexión. "Tan graciosa como pueda ser la foto en cuestión, pienso que refleja lo mucho que la Liga ha cambiado. Durante mi carrera, los grandes tenían un rol bastante definido. En el 95, era raro ver a dos centers por fuera al mismo tiempo. Hoy, los interiores tienen que saber comportarse como bases para sobrevivir", explica antes de hacerse la pregunta que a todos nos ronda por la cabeza: "¿Ha terminado la era de los dominantes grandes hombres? Si únicamente te fijas en tiradores consumados como Stephen Curry o Klay Thompson, una pierde la noción de lo que realmente está sucediendo. Esos chicos son especiales, no es lo normal. El small ball ha creado estrellas lejos de los guards tradicionales, pero para mí, su mayor conquista es liberar a los grandes de sus tareas habituales. Ya no están encerrados en la pintura. El small ball no eliminará a los interiores, pero quizá si que acabe con las viejas posiciones prefijadas. A todo el mundo le gusta comparar distintas épocas, pero es posible que hoy en día los jugadores grandes sean tan habilidosos como los jugadores más completos (all-around players). Basta con fijarse en tipos como Draymond Green y LaMarcus Aldridge en estos Playoffs. Me asombra verles jugar a la vez como pívots y bases".

Ya lo ven, al contrario que otros compañeros en los 80 y 90, Olajuwon disfruta con la evolución natural del juego. Una evolución que, sin saberlo, él empezó a instaurar cuando desembarcó en Hosuton sin haber tocado antes un balón color naranja. "Me encantaría jugar en la NBA de hoy. Me recuerda a mis tiempos en los que como novato universitario no sabía cómo debía compartarse un pívot, así que pretendía ser un base. No quería tener una única posición".

Otros grandes pívots y... Michael Jordan

Shaquille O'Neal: "Era una bestia. Si permitías que te ganara la posición, estabas muerto. Nunca volverá a existir alguien con su combinación de tamaño y habilidad".

Dikembe Mutombo: "Era el prototipo de pívot tradicional. Solía ver cintas suyas somo cómo ponía tapones en la zona de ayudas. Me hizo mejor".

Patrick Ewing: "Uno de los jugadores más duros en la pintura. No paraba de luchar durante los 48 minutos. Le tengo un tremendo respeto".

David Robinson: "Uno de los interiores más rápidos que he visto. La palabra ágil le define, no paraba de saltar. Rápido, flexible y gran trabajador".

Yao Ming: "Otro jugador único al poste. Ni siquiera llegué a jugar contra él, pero entrenó conmigo en Houston. Lo primero que hizo en nuestra primera sesión fue enseñarme todos mis movimientos. Uno por uno, se los había ido estudiando. Yao tenía el tacto y uno de los mejores movimientos de pies que he visto en un hombre grande".

Michael Jordan: "No era un hombre grande el uso, pero sí un chico para todo. Era un genio al poste bajo. Primero saltaba y luego decidía en el aire. Cada vez que nos medíamos a los Bulls, le hacíamos dobles o triples marcajes en el instante en el que echaba el balón al suelo. Puede que haya tenido el reconocimiento que merece or lo gran pasados al poste que era. Siempre podíamos decir que nos estaba matando por los puntos que conseguían Will Perdue y Luc Longley".