Europa teme un éxodo de estrellas a la NBA
La Euroliga podría quedarse sin sus estrellas por culpa de un Liga estadounidense con mucho dinero para gastar por el nuevo contrato televisivo.
Nando De Colo ha sido el jugador del año en Europa, campeón con el CSKA y doble MVP (temporada y Final Four) en la Euroliga. Su equipo, un imperio económico, quiere retenerle a cambio de más de tres millones de euros anuales, pero ni así las tiene todas consigo: Denver Nuggets pretende que vuelva a la NBA, donde sus derechos pertenecen a Toronto Raptors y donde no descarta volver aunque pasó dos años sin pena ni gloria.
El virus NBA va camino de ser pandemia. El pasado verano se fueron, entre otros, el MVP Nemanja Bjelica y el jugador más valorado de la Euroliga, Boban Marjanovic. El Madrid retuvo a Sergio Llull pero ahora asume que Gustavo Ayón, otro al que no le fue bien en sus tres años en EE UU, se irá si llega una oferta suculenta. Se ha fijado en Anthony Randolph, pero el del Lokomotiv Kuban sueña con regresar a la Liga estadounidense, como su compañero Malcolm Delaney, al que tienta un Barça que se puede quedar sin Satoransky y Abrines, seleccionados por equipos NBA. Como otras perlas europeas que pueden cambiar ya de continente: Bogdan Bogdanovic, Dario Saric…
Vuelta a la NBA
Jan Vesely y Ekpe Udoh, la demoledora pareja interior del finalista Fenerbahçe, también flirtean con el regreso a una NBA de la que salieron por la puerta de atrás. Las franquicias estadounidenses gastan más dinero que nunca, cada vez reclaman a más jugadores… y cada vez los reclaman antes. Los equipos europeos quedan en jaque: viven con el riesgo de perder a sus estrellas, de presente o futuro, dependen de una planificación que muchas veces les coge a contrapié y saben que los jugadores que repescan del otro lado del Atlántico pueden emprender otro viaje de vuelta en cuanto repunten sus carreras.
La nueva NBA: 24.000 millones de las TV
Una parte de lo que recibe la NBA por sus contratos televisivos revierte en el salario de los jugadores, que tienen garantizado por convenio un 50% del BRI (Basketball Related Income), un balance de ingresos que incluye lo que genera la Liga en conceptos que van de la venta de entradas y explotación de restauración, parkings y palcos de lujo en los pabellones deportivos. También a ese dinero de la televisión que se va a disparar a partir de la próxima temporada, cuando entren en vigor unos nuevos acuerdos sellados por unos 24.000 millones de dólares por nueve años con Disney (ESPN y ABC) y Turner (TNT).
El ingreso anual casi triplicará las cifras actuales y eso hace que se dispare el salary cap, margen salarial que tienen las franquicias para gastar en salarios de jugadores, y que pasará de los casi 70 millones de esta temporada a los 92 de la próxima y los 107 estimados para la 2017-18. Por eso las ofertas de los equipos NBA van a ser cada vez más astronómicas. Anthony Davis (New Orleans Pelicans) estrenará la próxima temporada un contrato récord de 145 millones por cinco años. Y Kevin Durant, la gran estrella que queda libre este verano, podría maniobrar para obtener de su actual equipo, Oklahoma City Thunder, cifras que podrían superar los 200 millones totales en los próximos seis años. Una revolución multimillonaria.