Allen Iverson: "LeBron tiene mi corazón pero nada de mi juego"

Allen Iverson ha sido uno de los grandes talentos de la historia de la NBA, y uno de los mejores en aquello del más con menos: 1,83, 75 kilos. Un guard de asombrosa capacidad anotadora y un estilo cautivador en el uno contra uno, terminó su carrera NBA con un MVP, 11 All Star disputados (con dos MVP), tres presencias en el Mejor Quinteto y cuatro títulos de máximo anotador.

En aquella temporada del MVP (2001) llevó a los Sixers, absolutamente sobre sus hombros, a la Final, donde cayeron ante unos Lakers intratables que no perdieron ni un partido en los playoffs del Oeste (11-0) hasta que se llevaron un susto al caer en el primero de una Final en la que luego arrasaron (4-1). En aquel primer partido resuelto tras prórroga, en el Staples, Iverson terminó con 48 puntos, 5 rebotes, 6 asistencias, 5 robos y una canasta icónica tras crossover que sentó a Tyronn Lue, hoy entrenador de los Cavaliers. En aquella temporada 2000-01 promedió 31,1 puntos, 4,6 asistencias y 2,5 robos por partido.

A Iverson le han preguntado qué jugador actual se podría comparar con él y en su respuesta no se acordó de otros bajitos que basan su juego en otras virtudes: los Isaiah Thomas, Kyle Lowry o, por supuesto, Stephen Curry. Para él, lo más parecido en una cancha de baloncesto es LeBron James, en realidad (y de entrada) mucho más alto y corpulento. Para Iverson, LeBron tiene algo que también tenía él… aunque de paso deja una perla que recuerda que como jugador nunca tuvo problemas de autoestima (no era para tenerlos…): “La forma en la que pelea, esa lucha me recuerda a mi. Veo en él mi corazón… aunque no tiene nada de mi juego”. También citó a Kobe Bryant, Kevin Durant y Russell Westbrook como otros jugadores que le hacen recordar su espíritu competitivo.