Syracuse, la cuna de Melo, en busca de la gran campanada
Sin duda, la gran sorpresa del Torneo. Con un equipo cogido con pinzas que llegó como seed 10, los Orange buscarán repetir el éxito de 2003.
Increíble. No hay palabra que describa mejor la aventura de los Orange en este mes de marzo. Jim Boeheim lidera un grupo joven en el que destacan varios freshman. Michael Gbinije no ha encontrado regularidad (fallón en el tiro excepto en la segunda ronda), pero con toda la ilusión del mundo y la aparición meteórica de Malachi Richardson en el Elite 8, Syracuse se ha plantado en la Final Four como invitado sorpresa. Necesitarán hacer un partido perfecto y tener bastante suerte para tener opciones ante North Carolina, pero... ¿Y si siguen las sorpresas? Esto es March Madness.
El crecido Malachi
El freshman de Trenton, que ya se salió en la primera jornada del torneo (21 puntos), dio una exhibición en la inesperada remontada de Syracuse ante Virginia (Elite 8). Falló muchos tiros en el partido (6-16), pero acertó en el momento más importante y lideró a los suyos al grito de "¡no pueden defenderme!". Mucho carácter, gran atleta, 23 puntos y 7 rebotes.
Con el título de Carmelo en la cabeza
Carter-Williams, Ennis y Waiters pasaron depués por allí, pero nadie habrá olvidado el único Campeonato Nacional que ganó Syracuse. Fue en 2003, el único año en la universidad de un Carmelo Anthony que después se convertiría en una superestrella de la NBA. El alero, ex de Oak Hill, realizó una temporada para enmarcar: 22 puntos por partido, 10 rebotes y un título que dio la vuelta al mundo. Melo fue el mejor freshman de aquel año y el jugador más valioso (MVP) del torneo: 33 puntos y 14 rebotes en la semifinal contra Texas y 20 puntos, 10 rebotes y 7 asistencias en la Final Nacional ante Kansas. Y sonriendo. El año de Melo.
Camino y opciones
Ya fue sorpresa que ganaran a Dayton en primera ronda (Richardson...). Después han caído Middle Tennessee, Gonzaga y Virginia (seed 1). ¿Podrán hacer frente a los Tar Heels? Las apuestas dicen que no: su victoria en el campeonato se paga a 12 euros, la cuota más alta con diferencia. Eso sí, por ahora, los Orange siguen bailando.