Klay y Curry (70pts) destrozan a los Mavs como aperitivo

Mientras el mundo que gira en torno a la NBA se prepara para la madre de todos los partidos, los Golden State Warriors hacen lo propio. No sé si podemos hablar de calentamiento, de suculento aperitivo. Lo cierto es que los de Oakland jugarán esta noche en San Antonio después de dar una nueva exhibición. Y no confundamos el término. Con los de la Bahía puede parecer que abusamos de palabras y calificativos grandilocuentes, pero nada más lejos de la realidad: lo que hacen noche tras noches es sencillamente impresionante. Ayer, en Dallas, donde perdieron su segundo partido de la presente temporada (sin Curry), los Warriors volvieron a demostrar por qué son el show más grande del mundo del deporte en estos momentos: 130 puntos, 22 triples con casi un 60% de acierto y todo tipo de récords que acompañan a los SplashBrothers. Stephen Curry (31+9+10) y Klay Thompson (39, 10-15 en triples) dejaron hasta 70 puntos en el American Airlines Center a base de triples imposibles. Una locura maravillosa. Los de Oakland ya están dos partidos por delante de los míticos Bulls del 72-10. Historia ante nuestros ojos. ¿Serán capaces de romper la maldición de El Álamo?

La NBA es espectáculo, y nadie ofrece un show como el de los Golden State Warriors. Partidos trepidantes, llenos de highlights que provocan el delirio de aficionados, periodistas, compañeros y contrincantes. "Cuando pasa del medio campo, le grito a la tele: '¡Tira, tira!", dijo Dirk Nowitzki sobre el fenómeno Stephen Curry. Carlisle, por su parte, comparó a los de La Bahía con los Rolling Stones."La habilidad que tienen para hacer jugadas y meter tiros supera lo asombroso muchas veces", añadió el técnico después de vivir en sus propias carnes otra noche mágica de los SplashBrothers. Los Mavs lo intentaron una y otra vez; se acercaban a cuatro y cinco puntos, pero lo mejor de estos Warriors es que siempre tienen una marcha más. Cinco arriba Golden State a tres minutos del final, y en un abrir y cerrar de ojos, +18 y a otra cosa. Son así. Son los mejores. Y lo serán aunque pierdan mañana en San Antonio.

Maldito AT&T Center

Hay buenas y malas noticias de cara al duelo de esta noche para los aficionados de los Warriors. ¿Las buenas? Llegan en un gran momento, con los secundarios (Speights, Barbosa, Livingston) en forma y buen nivel de Harrison Barnes (no metía 20 puntos desde noviembre) y Draymond Green (el equipo repartió 35 asistencias). Del nivel de la pareja exterior ni hablamos, claro. ¿Lo malo? A la baja de Andre Iguodala (tobillo) se unirá casi con total seguridad la del pívot Andrew Bogut (dedo gordo del pie), dos jugadores clave en el sistema de los campeones. Además, los de La Bahía tendrán que competir en San Antonio, ciudad en la que no ganan un partido en temporada regular desde 1997 (el año que llegó Duncan a la Liga...): 32 derrotas consecutivas. Y contra el segundo mejor equipo de la competición (llevan 43 seguidas en casa). Y en back-to-back. Más difícil imposible.

Más récords

Últimamente, siempre que hablamos de los Warriors tenemos que hablar de récords; de historia. Y hoy no iba a ser menos. Los de Steve Kerr igualaron ayer la mejor marca de la franquicia de triples en un partido (22) y la mejor de la NBA de triples en la primera mitad (15, también es suya). También se convirtieron en el equipo número 13 de toda la historia que gana 30 partidos fuera de casa en una temporada (30-6) y, evidentemente, tienen el mejor récord de la historia tras 68 partidos: 62-6 (los Bulls del 72-10 iban 60-8 a estas alturas). Ah, y se fueron a +70 puntos en una mitad por decimoquinta vez en la temporada. De locos.

Por otro lado, y sin dejar de hablar de récords, Klay Thompson (39), que dio un auténtico recital desde la larga distancia (10-15, igualando su mejor marca de la temporada), se convirtió en el segundo jugador más rápido en alcanzar los 1.000 triples. El escolta solo ha necesitado 372 partidos, tres más de los que le hicieron falta a su compañero Stephen Curry. ¿Alguien duda todavía de que estamos ante los mejores tiradores de la historia?

Que no pare la fiesta. El Álamo, 1:30 de la madrugada hora española: el mejor partido de baloncesto que se puede ver hoy en día. No se lo pierdan.