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NBA

¿Se están cansando Los Angeles Clippers de Blake Griffin?

El ala-pívot no juega desde Navidad, no volverá hasta entrado abril y su equipo sin él está 2-11 contra rivales de primer nivel. Si la temporada acaba mal, puede salir al mercado.

¿Se están cansando Los Angeles Clippers de Blake Griffin?
USA TODAY SPORTSUSA Today Sports

Blake Griffin cumple hoy 27 años. Su carrera, desde luego, ha seguido el buen camino: Rookie del Año en 2011 y All Star en sus cinco primeras temporadas. Todas menos la actual, en la que no ha podido jugar por lesión desde Navidad y cuando se movía en los mejores números de su carrera: 23,2 puntos, 8,7 rebotes y 5 asistencias por partido. Después, ya se sabe: primero una lesión de cuádriceps, después la mano rota por dar un puñetazo a un miembro del staff de los Clippers y finalmente la recaída en unos problemas musculares que no le dejarán jugar hasta abril... y con una sanción de cuatro partidos por cumplir. Los playoffs comienzan el 16 del próximo mes.

Y en ellos estarán los Clippers, que desde que no está Griffin acumulan un balance de 25-11. Bastante mentiroso: 2-11 contra equipos con al menos un 60% de victorias y, se esfuman las buenas sensaciones, cuatro derrotas en los últimos seis partidos. Incluidas la paliza en su pista ante los Cavaliers y el descalabro en el último cuarto ante los Spurs. Los Clippers estarán por quinta temporada consecutiva en playoffs pero todavía no saben lo que es jugar una final de Conferencia, objetivo mínimo de crecimiento, por así decirlo, de un equipo pensado para ser campeón. Y que gasta dinero en esa línea. Ni el año pasado, con su épico 3-4 ante los Spurs en primera ronda, se quitaron el sambenito de equipo maldito: 4-3 ante los Rockets en semifinales y en una eliminatoria que tenían absolutamente controlada: 3-2 a favor y 19 puntos de ventaja en el sexto partido, ya avanzado el tercer cuarto y en su pista.

Los Clippers, para no sentir que no avanzar es retroceder, rescataron a DeAndre Jordan de las garras de Mark Cuban a cambio de 88 millones por cuatro años. Sus recursos para alargar la segunda unidad han fracasado: Lance Stephenson y Josh Smith ya no están y a Paul Pierce le queda poca gasolina, apenas nada. Y Chris Paul cumplirá 31 años en mayo... y sigue sin haber jugado una Final de Conferencia, ni en Nueva Orleans ni en L.A. Doc Rivers, que también se lleva más de 50 millones por dirigir al equipo durante cinco años, en pista y en los despachos, quería que sus Clippers defendieran mejor, tuvieran más continuidad estuviera quien estuviera en pista y no dependieran horriblemente, como es el caso, de los estados de ánimo y las rachas en las que los tiros entran… o no. Vio un boceto de eso: antes de la lesión de Griffin.

Así que, en la encrucijada, el periodista Ken Berger (CBS) plantea que los Clippers saben que no son mejores sin Griffin, un debate artificial alimentado por la inicial buena racha del equipo tras su lesión, y que difícilmente tendrán grandes aspiraciones sin la mejor versión del ala-pívot en un Oeste mucho más barato pero por cuya cabeza circulan dos de los mejores equipos de la historia: Golden State Warriors (60-6) y San Antonio Spurs (57-10). Incluso los Thunder (45-22 por el 42-24 angelino), con todas sus cuestiones de funcionamiento colectivo y sostenibilidad sin resolver, parecen un rival más peliagudo para los dos ogros. Los Clippers, y aquí está el quid de la cuestión, solo tendrían en el escenario actual unos 8 millones de dólares liberados para el próximo mercado, cuando a casi todo el mundo se le caerán ofertas de contratos máximos de los bolsillos. Y tanto Paul como Griffin tienen una player option para quedar libres en el verano de 2017.

Así que los Clippers, con tres jugadores que son carne de contrato máximo en plantilla, tendrán que haber tomado decisiones para entonces. Y no están contentos con la larga convalecencia (y sus circunstancias) de Griffin. Y si la temporada no termina bien (lo suficientemente bien) sentirán que no pueden exprimir más su actual núcleo. Y se plantearán cambios, y saben que si tienen que moverse, Griffin será una pieza más codiciada (aunque solo sea por edad) que Paul: alguien por el que sacar más a cambio si hay que repensar el proyecto.

La franquicia no le ha puesto la cruz al ala-pívot, pero sigue sin saber si es un jugador con el que ganarlo todo (no ganar mucho: eso está claro), del mismo modo que sabe que muchos perderían la cabeza por él. Así que el futuro no depende tanto de lo que está pasando en otra temporada que no va como debería sino de lo que pasará: si Griffin no tiene tiempo de volver a jugar en las mejores condiciones y los Clippers vuelven a quedarse cortos, problemas. Si lo hace y también vuelven a quedarse cortos, todavía más problemas. Entonces sí que será la pieza a la que se colocará el gran interrogante en L.A. Y todo con Warriors y Spurs por el camino, casi como una espada de Damocles. Los playoffs, y las respuestas, están a la vuelta de la esquina.