"Florentino no aplica al fútbol lo que hace con el baloncesto"

“Lo más increíble de los errores del Real Madrid en la parcela deportiva es que tiene un modelo a imitar dentro del propio club”. Lo dice un análisis de ESPN sobre la situación del club blanco y ese modelo al que se refiere es la sección de baloncesto. Según este medio, el éxito de Florentino Pérez en otras parcelas contrasta con sus problemas para lograr estabilidad y títulos en los campos de fútbol, especialmente ante el excelente momento que vive el Barcelona, que pasó por la vía rápida de la era Guardiola a la era Luis Enrique.

Y la solución propuesta es que el presidente se fije en lo que ha llevado al éxito absoluto a la sección de baloncesto, un estilo de trabajo y planificación radicalmente distinto: “En un sorprendente caso de lucidez, el Real Madrid de baloncesto se rige de forma opuesta al de fútbol y acumula éxitos mientras su hermano mayor se queda fuera incluso de la lucha por los títulos”.

El artículo insiste en varios puntos que marcan la diferencia entre el fútbol y el baloncesto de la Casa Blanca. El primero, la contratación de un entrenador como no estaba en el primer plano mediático: “Para empezar, Florentino apostó en 2011 por un entrenador de perfil bajo, sin glamour y con experiencia solo en equipos modestos. Pablo Laso fue una sorpresa para los que esperaban a otro técnico estrella, como había sido Ettore Messina”. El segundo, la paciencia: “Laso ha ganado mucho pero necesitó cuatro temporadas y tres finales para ganar la Euroliga”. El tercero, Alberto Herreros: “Además de la paciencia, Pérez tiene como director deportivo a Alberto Herreros, que llevaba en el club antes de hacerse con el cargo más de una década desde sus tiempos como jugador. Herreros tiene plena libertad en el tema de altas y bajas. Aquí hay una diferencia drástica con la sección de fútbol”.

Y, como cuarto y último punto, la identificación de los jugadores: “Laso tiene un núcleo de jugadores principales muy identificados con el club”. En definitiva, y como termina el artículo, “la forma de dirigir ambas secciones difiere tanto como sus resultados… y el presidente es el mismo”.