Bargnani rechaza al Olympiacos y Michael Beasley, al Maccabi
Un número 1 y un número 2 de draft que no pasan por un buen momento han sido tentados por equipos europeos. El Olympiacos le daba a Bargnani 130.000 euros mensuales.
Andrea Bargnani fue número 1 del draft de 2006, a la postre uno de los peores que se recuerdan y en el que le siguieron LaMarcus Aldridge, Adam Morrison, Tyron Thomas, Shelden Williams, Brandon Roy (y, muy atrás, Rajon Rondo, Kyle Lowry y Paul Millsap)… El italiano ha ganado más de 70 millones de dólares y ha tenido temporadas dignas, especialmente en su etapa en los Raptors. Después su carrera fue a menos y no resucitó ni en Nueva York ni en Brooklyn. Y, en general, el italiano ha quedado como un frustrante traje de buen jugador, lejos del nivel de verdadera estrella, que no ha desarrollado su potencial por una cuestión de carácter y que, todavía con 30 años, ha sido cortado por los Nets.
Dos años después, en 2008 y en un draft de mucho más nivel, Michael Beasley se llevó el número 2 por detrás de Derrick Rose y cuando algunas voces incluso reclamaban para él el número 1. Les seguían OJ Mayo, Russell Westbrook, Kevin Love, Danilo Gallinari, Eric Gordon… Beasley (27 años) tampoco ha tenido nunca el fuelle espiritual suficiente para sostener su indiscutible talento. Dos etapas en Miami con pasos intermedios por Minnesota y Phoenix y (lucrativo) destierro a China.
Los dos, Bargnani y Beasley, dos proyectos de estrella NBA que no cuajaron, tienen ahora otra cosa en común: acaban de rechazar jugar en Europa en dos de los grandes clásicos del baloncesto continental. El italiano ha dejado ir una oferta del Olympiacos, que busca un golpe de efecto para el tramo decisivo de la Euroliga. El equipo griego, según la prensa de su país, le ofreció 130.000 euros mensuales hasta final de temporada.
Beasley, por su parte, recibió una propuesta de Maccabi, que vive en pleno annus horribilis, eliminado ya de la Euroliga mucho antes de lo habitual. Sin embargo, B-Easy tampoco vendrá a Europa porque quiere, una vez que termine la temporada china, volver a probar suerte en la NBA.