Ricky (15+12) acaba con la racha positiva de Marc (17) y Memphis

Los Atlanta Hawks visitaron el Target Center de Minneapolis el 25 de noviembre del año pasado, viéndose superados (99-95) por los Wolves. Desde entonces, han tenido que pasar dos meses para que los de Sam Mitchell volvieran a cosechar una victoria ante un equipo con balance positivo. La víctima, los Memphis Grizzlies de un Marc Gasol que anotó 17 puntos pese a las molestias que padece en la rodilla izquierda. Una aportación insuficiente que no impidió que los osos vieran truncada su racha de cuatro triunfos consecutivos: Minnesota se llevó el gato al agua (106-101).

Un triple de Matt Barnes a 2 minutos para la conclusión ponía el empate a 99 en el marcador. Parecía que, una vez más, los locales iban a dilapidar una importante renta (llegaron a mandar por 57-41 poco antes del descanso) y acabar pagando su inexperiencia. No fue así y entre Ricky Rubio y Andrew Wiggins decidieron el encuentro desde la línea de tiros libres mientras su rival era incapaz de encontrar el aro. Especialmente llamativo resultó ver al base español visitar la línea hasta en 13 ocasiones (iguala así su tope personal en la NBA) para convertir 11 de esos lanzamientos. Así, pese a su 2/7 en tiros de campo (0/3 en triples incluido), pudo sumar un doble-doble merced a sus 15 puntos y 12 asistencias. Además de aportar 6 rebotes y 3 robos de balón que le convirtieron en uno de los mejores de su equipo.

"Hemos jugado bien esta noche, pero no sólo eso, también hemos sido inteligentes. Estamos aprendiendo. Creo que venimos jugando mejor en los últimos cuatro partidos", analizó Rubio. Junto a él, hay que destacar la aportación de Shabazz Muhammad: autor de 25 tantos partiendo desde el banquillo. Tanto él como Wiggins (19) supieron sacar partido de la baja de Tony Allen, el mejor defensor exterior en el bando rival. Por su parte, Karl-Anthony Towns aportó 14 tantos y 9 rebotes, asumiendo el protagonismo en los minutos finales para dar réplica así a los triples de Vince Carter. Entre el veterano escolta y Mario Chalmers estuvieron cerca de amargar a la joven camada de lobos en el último acto. Sin embargo, con 102-101 abajo en el marcador a 35 segundos para el sonido de la bocina final, los de Tennessee fueron incapaces de poner el balón en juego: 5 segundos sin sacar.

Ahí murió su remontada. "En el descanso,nuestro entrenador nos dijo que teníamos que manejar el asunto en la segunda parte. Eso fue lo que hicimos", destacó Muhammad. Además de encontrar una mina en la línea de tiros libres (lanzaron 14 tiros más que Memphis), los Wolves pudieron correr y sacar a relucir las cualidades de sus hombres en el juego de transición (ahí Ricky se mueve como pez en el agua). Una buena señal de cara a la segunda mitad del curso.