Stephen Curry lo tiene claro y no va a parar de jugar a pesar del dolor. El base de los Golden State Warriors sufre molestias en la pierna derecha desde el partido contra los Utah Jazz del pasado 24 de diciembre. El problema se acentuó de tal manerda durante el encuentro de Navidad frente a los Cleveland Cavaliers que no pudo jugar ni en Dallas, ni en Houston. Contra los Nuggets reapareció, pero no acabó el partido, algo que le ha vuelto a suceder en Los Ángeles por un golpe con Roy Hibbert en el tercer cuarto.

"Probablemente (tardaré en curarme) unas cuatro semanas, pero no me voy a sentar durante ese tiempo. Sólo tengo que encontrar la manera de proteger la pierna cuando estoy en la pista y seguir jugando", manifestó Curry tras el partido en la ciudad angelina. Veremos, si al MVP de la pasada temporada no le pasa factura esta decisión.