Lamar Odom apenas habla y no reconoce ni a sus familiares

Sigue el calvario para un Lamar Odom cuya situación al menos ya no levanta el vendaval mediático que acompañó a su ingreso en situación de extrema gravedad tras ser encontrado en absoluto colapso en un prostíbulo de Nevada, donde había sufrido una terrible sobredosis por consumo de cocaína y estimulantes sexuales. Una vez superado el momento más delicado, en el que llegó a temerse muy seriamente por su vida, pudo ser trasladado a Los Angeles, donde ha seguido con un lento proceso de recuperación que todavía está lejos de permitirle ir normalizando su vida.

De hecho, y mientras que su recuperación física sigue un tortuoso pero por ahora firme avance (sus riñones han comenzado a responder y ya no necesita someterse de forma diaria a diálisis), ahora preocupan de forma especial las posibles secuelas que puede sufrir a nivel cerebral. Los daños podrían ser en ese nivel mayores de lo que se pensó en un primer momento y de hecho en las últimas semanas no ha mostrado ninguna mejoría. Apenas puede hablar, sólo dice palabras sueltas de forma esporádica, y los que le han visitado han asegurado que pasa ahora en un estado casi vegetal, como si se encontrara “vacío”. Además, sigue sin ser capaces de reconocer a quienes le visitan, ni siquiera a sus amigos más íntimos y familiares más profundos. Algo que los médicos señalan como un síntoma muy preocupante cuando ya ha pasado un mes desde el incidente que le provocó su actual estado y durante el que llegó a sufrir hasta doce derrames cerebrales antes de ser ingresado en la UVI.