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ALBA BERLÍN 84 - GRAN CANARIA 71

El Gran Canaria se inmola en el segundo tiempo ante el Alba

El equipo berlinés sentencia el partido a base de triples (84-71) ante un diezmado Herbalife, que controlaba al descanso (35-47) y que pierde el liderato.

Savané y Oliver tratan de detener al alemán del Alba Wohlfarth.
Savané y Oliver tratan de detener al alemán del Alba Wohlfarth.

Parecía poco menos que imposible que el Herbalife Gran Canaria pudiera competirle el partido de esta noche al Alba Berlín tras la trágica noticia que supone el tumor cerebral que le debe ser extirpado a Kyle Kuric. No se debe ser fácil sobreponerse a semejante adversidad, y menos aún si le añades las molestias de dos de tus pilares como Aguilar y Newley, que jugaron con molestias. En ningún caso, nada importante comparado con lo del escolta norteamericano… El equipo insular pierde el liderato aunque sigue en cabeza del Grupo B junto al Reggio Emilia y el propio Alba, todos con tres victorias y una derrota.

Pese a tenerlo todo en contra de la cancha hacia arriba, pabellón repleto y Kuric en mente, salió como un cohete el Gran Canaria. Tanto fue así que, en menos de lo que dura un parpadeo, 5 puntos seguidos del hiperactico Kevin Pangos, más una canasta de Salin, daban rienda suelta a los insulares (4-12). Parecía que el partido podía romperse apenas en el primer cuarto, que acabó 17-28 con triples de Paulí y Oliver silenciando a la bulliciosa grada germana. Ni que fuera casi un calco del primer cuarto, el Herbalife siguió moviéndose en el segundo en idénticos parámetros de superioridad, e incluso un triple de nuevo de Pangos le daba una renta de +14 (22-36), para llegar al descanso venciendo cómodamente por 35-47.

Apagón

Ayudado en parte por un arbitraje de lo más casero, tan injusto como habitual en las competiciones europeas, el ALBA Berlín le bajó el interruptor de la luz al Gran Canaria a base de músculo, corazón y tesón. Dos triples de Taylor anunciaban un leve conato de incendio en las filas ayer azules (46-51), hasta que Kikanovic, el mejor de los suyos (24 puntos), le dio la primera ventaja a los suyos con el 54-53 y comenzó a propagar la luz de las llamas.

El partido se jugaba al alba, y nunca mejor dicho. Aíto insistía con sus probaturas juntando en cancha a Pasekniks y Omic, y Salin sacaba al Granca de la modorra con un triple para el 66-69. Se le clavó ese enceste a fuego al equipo berlinés, pues tres encestes consecutivos desde más allá del 6,75 (Alex King, Cherry y Milosavljevic para el 80-71) inclinaron definitivamente la balanza en contra de un Gran Canaria que no pudo dedicarle la victoria al compañero caído pero al que desde ayer se le espera sano, feliz y enchufando triples muy pronto en una isla que le adora.