Philadelphia 76ers: la esperanza tiene nombre y apellido, Jahlil Okafor
Los de Pensilvania se enfrentan a otra temporada difícil, pero con Jahlil Okafor en sus filas el futuro no parece tan negro. Lucharán por no ser el peor equipo de la competición.
La esperanza tiene, por fin, nombre y apellidos. “With the third pick in the 2015 NBA Draft, the Philadelphia 76ers select Jahlil Okafor, from Duke University”, anunciaba Adam Silver, comisionado de la liga, hace solo unos meses en el Barclays Center de Brooklyn. El plan de Sam Hinkie, general manager del equipo, empezaba a tomar forma.
Dos temporadas seguidas de menos de 20 victorias (en total, 37 triunfos y 127 derrotas) que podrían empezar a dar pronto sus frutos. Rondas altas de draft, traspasos y más selecciones en la lotería. Todo con el objetivo de acabar con la mediocridad en la que se había instalado la franquicia desde la marcha de Larry Brown (2003). El camino, que nadie se engañe, aún es muy largo (todavía están lejos de poder pensar en acercarse al 50% de victorias). Pero ya hay talento que empieza a vestir la elástica de los Sixers, una gran noticia para sus aficionados y, sobre todo, para la propia Liga. Vienen años mejores para un clásico.
Okafor liderará una manada joven y con mucho que probar. Sólo con su presencia y su habilidad para anotar en el poste (muy bueno de espaldas al aro, gran movimiento de pies), los de Brett Brown suben varios escalones en lo que a su anarquía ofensiva de los últimos tiempos se refiere, y eso que aún no le hemos visto debutar contra los mayores. Le acompañará en la pintura Nerlens Noel, quien será importantísimo en defensa para suplir las evidentes carencias (al menos iniciales) del campeón de la NCAA 2015. Y también un veterano multiusos como Carl Landry. Por fuera, Kendall Marshall llega para ordenar el cotarro y Nick Stauskas para demostrar que su muñeca merece un sitio en la NBA. Veremos algunas locuras (maravillosas) de Tony Wroten, seguiremos la evolución de Robert Covington, Hollis Thompson y Jerami Grant, e incluso nos podrían sorprender con los minutos de Scottie Wilbekin, un exGator que se ganó la oportunidad con grandes actuaciones en las Ligas de Verano. Mucho que seguir.
En Philly empiezan a vislumbrar el final de un camino demasiado lleno de obstáculos. Todos menos Joel Embiid. “Todo fue realmente bien… Emocionado por el futuro”, decía hace poco más de un mes el número tres del Draft 2014 desde la camilla del hospital, casi con la certeza de que se pasaría otro curso entero sin pisar los parqués. Su optimismo lleva a pensar que es posible que lo consiga (jugar a buen nivel en la NBA), pero nadie sabe el daño que puede hacer a una mente joven e inquieta una segunda temporada de pantalón largo y americana. Fuerza, Joel.
Juego exterior
Controlar la manada. Ese es el cometido para el que los Sixers han fichado a Kendall Marshall, un jugador que asiste con la gorra y que, hasta el momento, no ha tenido mucha suerte en la NBA. Hasta que éste pueda vestirse de corto (no se espera que juegue hasta finales de noviembre o principios de diciembre, se está recuperando de una rotura de ligamentos), la dirección del juego será cosa de Isaiah Canaan, un base joven (24) y con puntos al que los Rockets echaron de menos en los playoffs 2015; Y de un Scottie Wilbekin que por fin ha convencido al mundo NBA de que merece una oportunidad con los mayores. También volverán las canastas sin control de Tony Wroten, pero para verlas habrá que esperar, como mínimo, al mes de diciembre.
En el puesto de alero la gran baza es Robert Covigton, un ex de la Universidad de Tennessee State que la temporada pasada se ganó a pulso un sitio en el cinco inicial de los de Pensilvania. A sus 24 años y tras pasar por la D-League, Convington promedió 13,5 puntos y 4,5 rebotes, llegando a anotar hasta 27 en un encuentro y alcanzando la veintena en 14 ocasiones.
En Philadelphia también estarán pendientes de la evolución de Jerami Grant y de lo que puedan aportar jugadores como JaKarr Sampson y Hollis Thompson, además de seguir muy de cerca cada uno de los intentos de la escopeta de alta precisión canadiense de nombre Nick Stauskas. Buscando un futuro.
Juego interior
Con Joel Embiid alejado de los parqués un año más, los Sixers ponen todas sus esperanzas en lo que pueda aportar la pareja que formarán Jahlil Okafor y Nerlens Noel, un recién llegado del que se esperan grandes cosas y un jugador de tercer año (se pasó el primero en blanco) que dejó buenas sensaciones en sus primeros 75 partidos en la competición (los que disputó el curso pasado, promediando 9,9 puntos y 8,1 rebotes). Evidentemente, los de Brett Brown no aspiran a nada que no sea mejorar un poco los resultados de la temporada pasada. Sin embargo, la llegada de un pívot con potencial para ser determinante en la liga tiene ilusionada a una afición que solo recuerda el sufrimiento de los últimos dos años. Okafor puede llegar a ser un gran jugador ofensivo, movimientos en el poste (tiene que mejorar mucho su juego encarando la canasta) y resolviendo en el uno contra uno, y con la envergadura de Noel cubriéndole las espaldas la pareja podría funcionar. Pero necesitarán tiempo. Sí, todavía más tiempo.
Más allá de las dos grandes promesas, el veterano Carl Landry luchará por minutos con jóvenes como Christian Wood y Richaun Holmes. Poco que rascar. Como no podía ser de otra manera, los Sixers cuentan con uno de los juegos interiores más débiles de la liga. Muchos minutos para las dos grandes promesas, siempre que no haya más lesiones, y a dar un pasito (aunque sea muy pequeño) hacia delante.
Claves
1. Okafor es el líder que buscaban. La presión jugará en su contra y las derrotas, que serán muchas, también. Pero la franquicia ha dejado claro que por paciencia no será. Si es capaz de adaptase al juego NBA y empieza a dominar en ataque, los Sixers se pueden apuntar un triunfo importante.
2. El factor sorpresa. Los Sixers no serán favoritos en casi ningún partido (puede que en ninguno de los 82 que tiene la Temporada Regular). Ese rol de underdog también tiene sus ventajas. Muchos irán relajados y los de Brett Brown darán alguna que otra sorpresa. Seguro.
3. Orden. La anarquía lleva años reinando sobre el parqué del Wells Fargo Center. Una presencia interior estable como la de Okafor (lo que se espera de él) y un base que siempre busca el pase como Kendall Marshal ayudarán a ordenar a una manada joven y con demasiadas ganas.
Entrenador:Brett Brown
Después de nueve años de aprendizaje como asistente de Gregg Popovich en San Antonio Spurs (y bastantes más en la franquicia texana), Brett Brown se subió en 2013 al nuevo proyecto de Philadelphia 76ers. Al tanto de lo que eso suponía, se armó de paciencia y allí sigue (19 y 18 victorias en sus dos primeros cursos). El próximo 27 de octubre arrancará su tercera campaña al mando del banquillo sixer, con la esperanza de que la nueva temporada sea, por fin, un año de cierto progreso. El rendimiento de Okafor y la evolución de Noel serán el éxito o el fracaso de los de Pensilvania. Se va viendo el final, pero todavía queda un largo y peligroso camino. Paciencia, Brett.
Estrella: Jahlil Okafor
Acaba de salir de la universidad de Duke, con la que se proclamó campeón en 2015, y ya tiene que llevar sobre sus hombros el peso de una franquicia NBA. Okafor tiene fundamentos y talento para ser un gran jugador, pero siempre hay que pasar por un proceso de adaptación.