HAWKS - WIZARDS
Los Hawks, contra su historia y unos crecidos Wizards
Desde que están en Atlanta, los Hawks sólo han pisado la final de conferencia dos años (1969 y 1970). Los Wizars vienen de un 4-0 ante Toronto.
1970. Ese fue el último año en el que los Hawks pisaron una final de Conferencia. No era Conferencia al uso, eso sí, porque la NBA todavía se dividía en Divisiones y los Hawks jugaban en la Oeste. La Liga sólo tenía 14 equipos, y aquella plantilla cayó en la final del Oeste contra los Lakers de Wilt Chamberlain, Elgin Baylor y Jerry West. Desde entonces, semifinales y primeras rondas, semifinales y primeras rondas... así hasta en 29 ocasiones. Bien sea con Dominique Wilkins, incapaz en la era de Larry Bird, Michael Jordan e Isiah Thomas, o con Joe Johnson y Al Horford, en el paso previo a los actuales Hawks, teniendo como verdugos a los Cavaliers de LeBron y los Magic de Howard en cada semifinal.
La oportunidad actual, pues, es de oro. Su sensacional temporada, la mejor en la historia de la franquicia, les otorgó el primer puesto del Este y un calendario con el que evitaban a Bulls y Cavaliers hasta una posible final. En primera ronda, unos Nets que les pusieron en problemas por el factor Playoffs que siempre tendrán estrellas como Deron Williams y Brook Lopez, y por el tran-tran momentáneo que mostró el equipo hasta que los triples volvieron a entrar.
Llegan ahora los Wizards, crecidos tras barrer a los Raptors con John Wall, Bradley Beal y Paul Pierce enchufados. El punto débil de los de D.C.: el banquillo. Jugadores y entrenador. Más allá del quinteto titular no aparece nadie que pueda revertir una situación complicada, y Wittman sigue sin encontrar un estilo de juego regular en ataque, más allá (de nuevo) de las individualidades y milagros de su trío de estrellas. Washington defiende y rebotea bien, eso sí (el mejor de los Playoffs en rebotes), con Gortat a un nivel bastante alto, pero necesitará más. Ante Toronto solucionó muchos encuentros con Paul Pierce de '4' y Otto Porter de '3', y veremos si lo utiliza contra los Hawks. El juego interior de los de Georgia es más potente que el de los Raptors, especialmente con un Paul Millsap que (si el hombro le respeta) puede hacer sufrir a Nene.
Serie igualada viendo el actual nivel de ambos equipos, pero da la sensación de que este es el máximo de los Wizards y que de los Hawks todavía se puede (y debe) esperar mucho más.