Gerald Henderson decide y se suma a la fiesta de Duke

El año del regreso a los Hornets tras el nefasto periplo Bobcats está siendo difícil en Carolina del Norte. Charlotte no ha dado el salto de calidad que esperaba para dejar de ser un simple meritorio en el Este y de hecho ha retrocedido un par de paso, en parte por la nula adaptación de Lance Stephenson, su refuerzo bisagra, y también por una plaga de lesiones que les ha azotado durante todo el curso. Ahora, en la recta final y con los playoffs todavía a tiro a pesar de su 33-43, están jugando sin tres titulares, todo el frontcourt: Kidd-Gilchris, Zeller y Jefferson. Al menos consiguieron evitar una derrota que parecía cantada ante los tristes Sixers (18-59) y quedan a menos de dos partidos del octavo del Este (Boston: 35-42). Y con mucho tráfico por el camino: Miami 34-42, Indiana 33-43.

El héroe improbable fue Gerald Henderson, un ex Duke que celebró con la canasta ganadora el recital de los Blue Devils ante Michigan State para colarse en la final de la NCAA. Henderson llevaba una serie de tiro de 2/11 pero se jugó la última penetración para poner a su equipo por delante. Después, Ish Smith falló del mismo modo que justó antes al limbo, y con su equipo uno arriba, un triple y dos tiros libres. Otro partido que Philadelphia pudo y debió ganar pero que terminó perdiendo. Y todo con apenas diez minutos de Noel, que se fue con un corte en la cara y ya no volvió. Covington y Smith (10/30 en tiros entre ambos) sumaron 15 puntos cada uno.

En los Hornets, que siguen vivos de milagro, Kemba Walker anotó 24 puntos y Mo Williams 18. El juego interior no ayudó mucho pero el rookie Vonleh, del que apenas se han visto cosas todavía, aportó 6 puntos y 6 rebotes. Más que Stephenson, que con las bajas al menos entró en rotación pero apenas jugó 6 minutos con una estadística horrible: 0 puntos, 0 rebotes, 0 asistencias, 2 personales y 2 pérdidas…