Tim Hardaway fue uno de los bases más destacados durante la década de los 90 en la NBA. Cinco veces all star, pasó la mayor parte de su carrera defendiendo los intereses de los Warriors y los Heat hasta que en 2003 se retiró ya como jugador de los Pacers. Actualmente, forma parte del equipo técnico de Stan Van Gundy en los Detroit Pistons. Por su parte, su hijo Tim Hardaway Jr. ha prolongado el legado de los Hardaway en la mejor liga de baloncesto del planeta. Desde la temporada pasada juega en unos Knicks que siguen buscando su camino.

Con motivo del día padre que hoy jueves se celebra, recogemos algunos de los recuerdos que ambos guardan de esta relación padre-hijo, siempre con el baloncesto como ecosistema.

Hardaway Jr.: "Mi padre es una leyenda. Desde que tenía dos o tres años me acuerdo de verle jugar. Podía hacer de todo con tal de ganar los partidos. Era un jugador muy completo. Desde que él jugo a ahora ha habido muchos cambios en el juego. La cultura, la forma de entrenar y de enseñar es diferente".

Hardaway padre: "Cuando él era pequeño iba creciendo mientras yo me dedicaba a jugar por todo el país. No podía ocuparme de la familia como me hubiera gustado. Hay que dar mucho crédito a todas las mujeres de los jugadores NBA . Ellas son las que mantienen a la familia unida. Se preocupan de que los niños vayan al colegio, hagan los deberes, pratiquen el deporte que les gusta. Mi hijo ha estado toda su vida rodeado de baloncesto, lo que le ha hecho entender el juego desde muy pequeño. El consejo que siempre le he dado es que, independientemente de lo que hiciese, se asegurara de trabajar duro e hiciera lo correcto para que pudiera ser bueno en ello. Él es mucho más atlético y alto de lo que era yo. Para mí, si eres grande físicamente el baloncesto es más fácil, pero si eres pequeño tienes que hacer muchas más cosas para demostrar tu valía".