PISTONS 100 - BULLS 91

Detroit logra ganar a Chicago y deja sin récord a Pau Gasol

Andre Drummond, con sus 2,11 y 127 kilogramos ha sido la gran razón de que Gasol no consiguiera igualar el récord personal de 15 'dobles dobles' consecutivos de Jordan.

Había 12 grados bajo cero en la helada noche de Michigan... y dentro del cavernoso Palace de Auburn Hills, ante 19.053 incrédulos espectadores, Pau Gasol olvidó pronto el salto inicial ante su hermano Marc en el All-Star Game del Madison Square Garden, el domingo pasado. En Auburn Hills, y en el Detroit Pistons-Chicago Bulls, Pau dio el salto inicial del duelo de rivalidad de los Grandes Lagos (convertidos en glaciares) y de la Central Division ante Andre Drummond, el colosal piston neoyorquino de origen jamaicano. Con sus 2,11 y 127 kilogramos, Drummond, actual segundo reboteador de la NBA después del clipper DeAndre Jordan, iba a ser la gran razón de que Gasol no consiguiera igualar el récord personal de 15 dobles-dobles consecutivos de Michael Air Jordan.

A las dos horas y 14 minutos del salto inicial y después de los 48 minutos de juego real, los Pistons habían batido a los Bulls por 100-91, mantenían sus esperanzas de subir a zona de playoffs del Este, frenaban la serie de cuatro victorias del club de Chicago... y la racha de Pau Gasol se había detenido en 14 partidos en dobles-dobles, a uno solo de la marca de Air Jordan. En 30:53 de acción, Gasol firmó una estadística de diez puntos (4/10 en tiros de campo), ocho rebotes y tres tapones. Pau acabó en el Palace haciendo faltas a propósito al propio Drummond, cuyo único lunar dentro de una belleza de partido se halló en los lanzamientos libres. Drummond agrupó 18 puntos y 20 rebotes, con 4/13 en tiros... y 7/18 desde la personal. Después de Dwight Howard, Drummond es ahora el segundo jugador en la historia de la NBA que consigue más partidos con 20 rebotes antes de cumplir 22 años: 13 para Howard y 12 para Drummond.

Pero entre las junglas semiárticas de Auburn Hills, y en típico dog day, día de perros en las minas de sal de la NBA, no fue Drummond el único instrumento de tortura con que los Pistons afligieron a los Bulls: el explosivo Caron Butler y el gran jugador que es el arisco Greg Monroe coincidieron en sellar 20 puntos por barba, con seis rebotes para el zurdo Monroe, la segunda torre más alta del acantilado de los Pistons. Entre los bases y escoltas, el ignoto californiano Spencer Dinwiddie despachó 12 preciosos puntos para los pistones de la Motor City y desbordó a un Derrick Rose en noche para olvidar: ocho puntos, 2/9 en tiros, 0/3 en triples... y seis pérdidas de balón. 30 puntos del excelente Jimmy Butler no pudieron compensar para Chicago la nulidad de Rose ante la compensada artillería de perímetro que manejó Detroit: Caron Butler, Dinwiddie, Caldwell-Pope (12 tantos) y también John Lucas III y Jodie Meeks, ambos con nueve puntos en momentos importantes: por trabas de papeleo, los Pistons no pudieron alinear a sus flamantes fichajes, Reggie Jackson, Tayshaun Prince y Joel Anthony. Simplemente, no los necesitaron.

Los Bulls arrancaron con 2-8 de ventaja, cuando Rose se parecía a Rose, pero los Pistons se recuperaron pronto gracias al ominoso poderío del agresivo e intimidador dúo Drummond-Monroe: 22-15. De la mano de Jimmy Butler, Chicago pasó a mandar al fin del primer cuarto (22-23), de paso para el descanso: 42-53. A esas alturas, Pau Gasol solo llevaba seis puntos... y un rebote, cuando Drummond ya navegaba en 'doble doble': diez tantos y 14 capturas. En el minuto 16, Niko Mirotic había anotado su única canasta del partido, un triple que valió el 34-36.

Espoleados por Stan Van Gundy, los Pistons salieron a toque de carga después del intermedio con un parcial de 6-0... rumbo al 71-60 del minuto 33: 29-7 en nueve minutos. Los esfuerzos de Taj Gibson (15 puntos), Jimmy Butler y el doble-doble de Joakim Noah (10 puntos, 14 rechaces) apenas podían parar el fallo en el perímetro de los Bulls, con Dunleavy (cero puntos), Rose y Snell (dos tantos) sumergidos por la caballería ligera de los 'pistones' que acaudillaba Caron Butler y aceleraban Dinwiddie, Meeks, Caldwell-Pope. En total, Chicago perdió 20 balones, el doble exacto que los diez de Detroit: una losa. Y eso que al fin, los Bulls dominaron por la mínima la cuenta de rebotes: 43-42. Con balance de 34-21, los Bulls siguen al frente de la Central Division (aunque ya muy apretados por los Cavs) y terceros de la Conferencia Este, tras Atlanta Hawks y Toronto Raptors.

Con el 90-80 del minuto 46 y en vista de las pocas esperanzas que quedaban, Tom Thibodeau ordenó, desde el banquillo de los Bulls que Gasol hiciera faltas intencionadas a Drummond. Sirvió de poco. No era la noche de Rose: ni tampoco del propio Pau, que días antes había opinado sobre esta situación: "Igualar ese récord de Jordan sería todo un reconocimiento y es una motivación personal. Pero cuando se trabaja con coherencia para buscar el éxito del equipo, a veces salen resultados como este que te puede llenar de reconocimiento... y a veces no". Esta vez fue que no.

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