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El día que Charles Barkley fichó por los Lakers y jugó bebido
En una entrevista en Sports Illustrated, el exjugador confiesa que estuvo fichado por los angelinos en 1992, al enterarse lo celebró, pero al final todo salió mal...
Charles Barkley estuvo a un paso de vestir el oro y púrpura de Los Angeles Lakers. Era el año 1992 y tras ocho temporadas, los Philadelphia 76ers decidieron que era el momento de poner punto final a la relación que les unía desde el draft del 84 y los interesados comenzaron a llamar a la puerta. Phoenix Suns, Portland Trail Blazers y Los Angeles Lakers eran los principales candidatos para hacerse con sus servicios.
"Mis dos últimos años (en los Sixers) fueron miserables. Cada semana era objeto de traspaso. Finalmente, tuve suficiente y les dije que no iba a jugar nunca más ahí. Me habría ido de Philly dos años antes (de lo que se fue). Un año me tuvieron en la portada de Sporting News con seis uniformes diferentes porque todo el mundo estaba tratando de ficharme", confesó Barkley en una entrevista a Sports Illustrated.
El equipo angelino se puso en cabeza entre los interesados y el sueño de ver a El Gordo en los Lakers post Kareem Abdul-Jabbar y Magic Johnson, junto a James Worthy y Sam Perkins se iba haciendo realidad. "Me traspasaron a los Lakers un día (de 1992), pero al final los Sixers se retractaron", continúa. "Tuve una llamada de mi agente una mañana y me dijo, 'Philly te ha traspasado a los Lakers'. Me fui a almorzar y empecé a beber. Estaba tan j... emocionado de irme a LA".
Al final, Barkley no tuvo el final que deseaba, en un principio: "Tres horas más tarde recibí una j... llamada de mi agente diciéndome que los Sixers se retiraban del acuerdo. Le dije: 'Oh, mierda, me siento genial ahora'. Así que salí y jugué esa noche". A pesar de la bebida, Barkley subraya que jugó "bastante bien". "No estaba j... (blasted), sólo me tomé un par de copas en el almuerzo".
El ala-pívot recaló en los Suns, donde consiguió ser MVP en su primera temporada tras guiar al equipo al mejor récord de la temporada (62-20), aunque en las Finales los Bulls de Michael Jordan dieron cuenta de los de Arizona en seis encuentros. En sus cuatro campañas, antes de ser traspasado a los Houston Rockets, promedió 23,4 puntos y 11,5 rebotes.