Los Thunder se ensañan con unos Clippers perdidos sin Griffin

Los Angeles Clippers sumaron muy malas noticias con el paso de los minutos. Antes y durante el partido, los de Doc Rivers acumularon, poco a poco, hechos que desmoralizan y hunden a cualquier equipo. Pero vayamos por partes. Primero se conoció la ausencia de Blake Griffin para las próximas cuatro semanas por una lesión en su codo derecho. Adiós al All Star Game (su lugar lo ocupará Damian Lillard) y problemas mayúsculos para unos angelinos que, como no podía ser de otra manera, sufrieron, sufren y sufrirán sin un ala-pívot que cada temporada da un pasito más en su evolución como jugador.

Y después de esa noticia, llegó el encuentro en Oklahoma. Una plaza ya difícil de por sí, complicada para un equipo que acumulaba tres derrotas consecutivas y sin Griffin... paso lo que tenía que pasar. Sufrieron el torbellino thunder. Una tsunami anotador que desmoralizó a unos Clippers que con todo, hicieron la goma y trataron de competir durante el segundo cuarto y mediados del tercero, pero hasta ahí llegó la gasolina.

Los de Scott Brooks fueron avanzando en el marcador ante la mirada desesperada de Chris Paul. El base, superado ante el momento, no encontraba tiempo para tapar todas las vías de agua que aparecían en el barco (Glen Davis se lesionó durante el segundo cuarto y no pudo seguir). Los Thunder llegaron a los 131 puntos al acabar el partido, se segunda máxima anotación de la temporada y la primera sin prórroga de por medio (137 ante los Suns).

Todo ello sin que uno de sus dos cabezas de cartel luciera en su mejor registro. Algo de descanso se merecía Westbrook la verdad. Tras dos partidos por encima de los 40 puntos (45 y 48 ante los Pelicans), el base bajó el ritmo. No anotó hasta el minuto 2:34 del segundo cuarto. 0/8 hasta ese momento para finalizar con 19 (6/19). No importó mucho porque cuando tienes dos superestrellas, si una falla, la otra surge. Es casi matemático. Durant estuvo soberbio. Al inicio del encuentro ya se le veía entonado. No paró de encestar en ningún momento (29) y siempre con eficacia (10/15). Casi nada para el actual MVP de la temporada. Un paseo por el campo.

El panorama permitió algo que no tiene nunca mucho en mente Brooks: dio algo más de oportunidad a los más desfavorecidos de un hábitat reinado por gigantes y dio buenos réditos. Reggie Jackson en 23 minutos (en el último encuentro no supero los 15) se reencarnó en aquel jugador de principios de temporada (15 tantos, 6/6 en el tiro), aparecieron de nuevo Jeremy Lamb y Perry Jones (poco, pero ahí estaban) y surgió Mitch McGary. Tercer partido del rookie en la Liga, primero por encima de los veinte minutos y disfrutó. Llegó a los 19 y sus gestos, sus movimientos hicieron estallar de alegría a los aficionados. Un nuevo ídolo ha surgido. Solo queda que se lo digan a Brooks... y a Perkins.