Pau Gasol baja el nivel y los Jazz asaltan Chicago con claridad

Los Bulls tuvieron su peor noche cuando nadie lo esperaba, cediendo a los Raptors el segundo pueste del Este. Tras acumular 13 victorias en los 15 partidos anteriores, los de Chicago sufrieron un brutal apagón que les dejó a merced de los Jazz. Una ocasión única para el equipo de Salt Lake City, que supo aprovecharla para asaltar con contundencia (77-97) el fortín en el que se había convertido últimamente el United Center. "No quiero sobreactuar, pero tampoco quiero infravalorar esta derrota", destacó Tom Thibodeau tras un encuentro en el que sus pupilos firmaron su peor anotación del curso (apenas 77 tantos anotados) y su peor porcentaje de acierto en tiros de campo: un paupérrimo 33,3% (28/84).

Con estos datos no es muy difícil adivinar que todos y cada uno de los miembros del roster de los de Illinois estuvieron por debajo de su nivel. Empezando por Pau Gasol (13 puntos, seis rebotes y dos asistencias, números inferiores a los que acostumbra), pasando por un errático Derrick Rose (sus problemas en el tiro se han convertido en la principal preocupación en Chicago) hasta llegar a un Joakim Noah fuera de tono: sólo anotó un tiro libre. 

Pese a esto, tras una primera parte (32-36) para la infamia (ante el estupor del público que llenó, pese a las inclemencias meteorológicas, el pabellón de la Windy City) los Bulls aguantaron con vida hasta la mitad del tercer cuarto. Un robo de Jimmy Butler culminado con un mate (el alero, junto a Taj Gibson, fue quien mejor parado salió de la quema general) ponía el 46-49 en el marcador a falta de seis minutos para el final de dicho periodo. A partir de ese instante, los Jazz parecieron un equipo de gigantes ante unos niños de minibasket.

De la mano de Derrick Favors (20-11), un intenso Rudy Gobert (el pívot francés que tanto daño hizo en el descalabro mundialista de España acabó con 11 tantos, 14 capturas y cinco tapones), Gordon Hayward y Trey Burke, Utah machacó ante su afición a un rival que en la década de los 90 les privó de dos anillos. "Les pillamos en una mala noche, pero eso no quita valor a nuestro gran trabajo defensivo", valoró Quin Snyder.

En el último cuarto, con los suplentes de ambos equipos en cancha (Pau, quien se quedó sin poner un tapón cuatro semanas después, no pisó el parqué en los 12 minutos) el descalabro continuó. A lo Phil Jackson, y a modo de castigo, Thibodeau sólo se acordó de los tiempos muertos a falta de 4:42 para la conclusión. Sólo Aaron Brooks evitó una derrota mayor. Nikola Mirotic no tuvo tampoco su día y firmó una de sus peores actuaciones en la NBA. El nuevo alero acabó con dos puntos (0/4 en triples), un rebote y dos pérdidas en 23 minutos.

"Todavía tenemos mucho trabajo que hacer, un largo camino por recorrer. El potencial de este equipo es fantástico, pero no hemos logrado nada todavía. Somos un equipo que busca la grandeza, pero aún tenemos que demostrárnoslo a nosotros mismos y al resto de la Liga", explicaba un analítico Pau Gasol que volvió a convertir un triple desde la esquina (4/8 lleva el catalán en tiros de tres este curso). Lo dicho, aún queda mucho por hacer en Chicago. Lo bueno es que, derrotas como esta, pueden acabar resultando positivas.